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La experiencia del MOC (Movimiento de Objeción de Conciencia) de apoyo a la gente en la cárcel está basada en la campaña de desobediencia civil contra el servicio militar obligatorio (la campaña de insumisión, 1971-2002) en la que miles de insumisos fueron encarcelados. Durante este período, fueron sugeridos y probados varios modos de apoyar a los presos. Uno de los más valorados, sin lugar a dudas, fue el de los “grupos de apoyo”.

Imaginemos un caso concreto para ilustrar cómo funcionan esos grupos. Bixente Desobediente es un insumiso que tendrá que cumplir una sentencia de 2 años, 4 meses, y 1 día. Necesita convocar una reunión con gente cercana (familia, amigos) y alguien del movimiento. A la primera reunión asiste su novia, su hermana, tres amigos del vecindario, un compañero de la universidad, un primo, un chico que conoció en un grupo de debate antimilitarista, y un vecino. Este grupo revisa su decisión de ser un insumiso, discutiendo sus motivos y las consecuencias posibles. Como no todos los asistentes entienden conceptos como desobediencia civil, acción directa, y antimilitarismo, el grupo lo tiene en cuenta. En las reuniones siguientes, establecen metas. Después de muchas lluvias de ideas y discusiones, concluyen los siguientes objetivos:

Apoyo emocional

Es importante dar apoyo emocional a Bixente durante el periodo previo al juicio, en el propio juicio, y en la cárcel. Una sugerencia es alquilar un autobús para que vaya a presenciar el juicio todo el que quiera. Otras sugerencias son visitar a Bixente en la cárcel y animar a otros a escribir cartas. La idea es que no debe sentirse solo y debe tener un contacto continuo con amigos que le apoyan. Este apoyo tiene también que llegar a la gente cercana a él como pueden ser sus padres.

Apoyo logístico

Tanto antes del juicio como en la cárcel, Bixente necesitará apoyo material. Antes del juicio, se esconde para evitar la detención preventiva, luego alguien tiene que llevar sus cosas de su residencia anterior a la actual para que no sea apresado. En la cárcel, necesita libros y papel para continuar sus estudios. Esto también es función del grupo de apoyo.

Trabajo político

El MOC, el movimiento al que pertenece Bixente, se encarga del trabajo político. Sin embargo, el grupo de apoyo puede colaborar con este trabajo, uniéndose a acciones de protesta organizadas por MOC, especialmente las conectadas con su juicio y encarcelamiento. Al mismo tiempo, el grupo de apoyo puede llegar políticamente a los lugares donde Bixente es conocido (es decir su vecindario y la universidad) para maximizar el beneficio producido por la desobediencia de Bixente y otros presos. El grupo de apoyo también puede preparar una lista de correos electrónicos para informar a la gente de su caso y una página Web con información sobre el caso de Bixente, el antimilitarismo, la objeción fiscal a los gastos militares, la educación para la paz, y enlaces relacionados. De vez en cuando, Bixente puede escribir una carta que se puede mandar a la gente. El grupo de apoyo debe coordinarse con el MOC (por ejemplo, que un miembro asista a las reuniones de MOC) y comprobar si sus acciones están en línea con la campaña general del MOC.

Los grupos de apoyo son de gran ayuda, no sólo para el preso, sino también para el MOC. Comparten el trabajo y sirven como puntos de entrada para que la gente se una al movimiento. La coordinación entre el grupo político, el grupo de apoyo, y el preso es esencial. Una comunicación estable y frecuente es importante. El criterio político viene del movimiento político, no de la cárcel; sin embargo, las visitas a la cárcel de los miembros de ambos grupos son importantes para desarrollar y coordinar el trabajo político.

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La evaluación nos permite aprender de nuestra experiencia. Normalmente la gente evalúa un evento informalmente, sea a través de reflexiones personales, hablando con amigos, o reuniéndose con un grupo núcleo de organizadores (“líderes”). Lo que aquí proponemos, sin embargo, es una estructura para aprovechar las lecciones que emanan de un acto. En lugar de dejar la evaluación a la suerte o reducirla a una élite, hay que montar una actividad planeada y colectiva que valore las aportaciones de la gente que ha desempeñado diferentes papeles, que aportan diferentes tipos de experiencia, y que tienen diferentes niveles de compromiso. Es deseable que cada persona que ha participado en una acción o en la organización de un acto tendría que tome parte en su evaluación.

Cuando las evaluaciones forman parte de nuestro trabajo, tenemos la oportunidad de tener una opinión honesta del proceso y contenido del trabajo y una manera de mejorar en el futuro. Tened presente que habrá opiniones muy diversas y que no es necesario que el grupo tenga que estar de acuerdo. Es también importante señalar lo que fue un éxito tanto como lo que fue mal, pero siempre que podáis empezad con evaluaciones positivas. La estructura de la evaluación se tiene que planear cuidadosamente.

Alguno de los puntos más obvios que se comentan en una evaluación pueden ser los cuantitativos: hemos repartido tantos folletos, hemos acercado a tanta gente, hemos conseguido tanta cobertura mediática, hemos bloqueado una carretera por tanto tiempo. Si esta información es importante para evaluar el desarrollo de la campaña, aseguraos de que alguien lo está supervisando, de que tenéis un modo de contar el número de manifestantes, de que un grupo de los medios recoge información sobre el reportaje. Sin embargo, a veces el juego de los números puede distraer del objetivo más importante, especialmente en el caso de protestas repetidas. Tal vez llegaron más manifestantes, pero la acción tuvo menos impacto y los manifestantes que se estrenaban se sintieron inútiles, se aburrieron, tuvieron miedo, y de alguna manera fueron disuadidos. Tal vez la entrada de una base militar fue bloqueada por más tiempo, pero la acción llegó a menos gente o fue de alguna manera menos impactante. El criterio para la evaluación necesita estar conectado con los objetivos estratégicos de un evento particular.

Abajo hay una lista para ayudar en la evaluación de una acción; también puede usarse en otras áreas de vuestro trabajo.

1. Perspectivas, estrategia, objetivos

¿Había una perspectiva / estrategia / objetivo general? ¿Era relevante para el problema / conflicto? ¿Sabían los participantes quien inició la acción? ¿Eran conscientes los participantes de la visión/estrategia/objetivos?

2. Principios y directrices

¿Hubo una discusión y un acuerdo claro sobre las directrices en la acción? ¿Se siguió durante la acción? Las tácticas planeadas y las llevadas a cabo ¿fueron coherentes con las directrices? ¿Sintió alguno de los participantes que ellos mismos u otros fallaran en el seguimiento de las directrices acordadas?

3. Preparación y entrenamiento

¿Fue la preparación / entrenamiento el adecuado? ¿Ayudó de hecho a los participantes a superar lo inesperado? ¿Satisfizo las necesidades de los que estaban involucrados? ¿Aumentó la percepción de cohesión de grupo?

4. Tácticas

¿Fueron adecuadas las tácticas planeadas? ¿Fueron las tácticas de hecho puestas en práctica según lo planeado? ¿Cubrieron las necesidades y expectativas de los participantes? ¿Fueron los problemas inesperados resueltos correctamente? ¿Fue todo realizado de un modo coherente con las directrices / perspectivas / objetivo?

5. Organización

La estructura/organización de la acción ¿era adecuada con su objetivo / estrategia / perspectiva? ¿Se organizó de manera democrática?

6. Impacto

A. Sobre los participantes

¿Fue relevante? ¿Invitó a / generó participación? ¿Se sintieron los participantes con el control de la acción? ¿Aumentó esto la iniciativa y confianza de los participantes?

B. Sobre aquellos a los que iba dirigida

¿Se entendió? ¿Se alcanzaron los objetivos? ¿Cerró o abrió opciones para futuraa accione y comunicación? ¿Hubo respuesta de individuos (oponentes) que defirieron de las instituciones de las que forman parte? ¿Cómo, estas respuestas, se relacionaron con los objetivos de la acción?

C. Sobre los demás

¿Lo entendieron? ¿Se sintieron alejados? ¿Hubo algún resultado inesperado? ¿Se movió la gente en nuestra dirección (neutralizados, atraídos, cambiados?

Este sistema de evaluación fue desarrollado en el Seminario Internacional sobre Entrenamiento para la Acción Noviolenta que tuvo lugar en Cuernavaca, México, en Julio de 1977.

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Cada acción requiere una serie de diferentes tareas diferentes, algunas muy visibles (por ejemplo, la gente bloqueando una calle, el portavoz de prensa), otras menos visibles. Todas estas tareas son igual de importantes, ya que todas juntas hacen posible la acción.

Antes de la acción Coordinador de campaña, activista u Organizador Captadores de fondos Investigación Observación del lugar o camino Difusión y organización Logística y apoyo Dinamizador de reuniones Propaganda, carteles y pancartas, pintores, grafistas, etc. Difusión a los medios (concluir el asesoramiento y los comunicados a los medios (Ver "El papel de los medios", p. X.) Equipo de prensa Redactores Durante la acción Personas que pueden ser detenidas (cometiendo desobediencia civil) Personas de apoyo directo Enlace policial Personas mediadoras en caso de conflicto / observadores Equipo de despliegue/señuelo Difusión a medios Llegar a los medios Equipo de comunicaciones Manifestantes / gente para sujetar carteles, corear, cantar... Repartidores de folletos Cámaras de vídeo Fotógrafos Médicos / ATS / equipos médicos Observador(es) Legales Persona de contacto para apoyo en la cárcel Después de la acción Apoyo legal (Ver "Apoyo legal", p. X.) Abogado Documentalista / historiador / archivistas (Ver “Guía de estudio de casos de campañas”, p. X.) Captadores de fondos Portavoces Cartas a los políticos y los consejos editoriales de los periódicos

Adaptado de: Rant Collective: http://www.rantcollective.net

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Los sistemas legales son diferentes en cada país. Sin embargo, para acciones en las que los participantes posiblemente sean detenidos, es bueno tener un “equipo de apoyo legal”. Esta sugerencia de formar un equipo así en Gran Bretaña está adaptada de la primera sección de una información más larga del Activist Legal Project en http://www.activistslegalproject.org.uk

El apoyo legal puede estar en el fondo de una acción, pero es vital. Puede que seas el último en irte a casa después de la acción, a menudo pasando horas cerca de las comisarías de policía esperando a que los activistas sean puestos en libertad. No compartirás el glamour ni serás fotografiado, pero sin apoyo legal algunas acciones no son posibles.

Los objetivos del apoyo legal

Asegurarse de que todos los que participan en la acción están preparados para ser detenidos. Coordinarse con la policía y procuradores para asegurar que los activistas detenidos tienen un apoyo adecuado durante la detención. Asegurarse de que una vez liberados los activistas tienen el apoyo emocional y práctico que necesitan

El papel del grupo de apoyo

El número de gente involucrada en el grupo de apoyo legal dependerá de la magnitud de la acción y del número de detenciones que se esperan. Algunos roles esenciales tienen que cubrirse:

Preparar una información legal por escrito para la acción, que incluya información del procedimiento de detenciones, lo que ocurre en la comisaría de la policía, posibles delitos, posibles consecuencias, fianza, y audiencia en el juzgado de primera instancia. Preparar y distribuir hojas de consejos en caso de detención a la gente que realiza la acción (estas incluyen números de teléfono en caso de ser detenidos) Poner a alguien en la línea de teléfono (el número de apoyo legal), esperando llamadas de los detenidos en las comisaría de policía. Coordinación: preparar y actualizar una lista real de quiénes han sido arrestados, incluyendo los detalles de sus contactos, y si han sido puestos en libertad. Apoyo en la comisaría de policía: dar apoyo a los arrestados en la comisaría de policía, haciendo de enlaces con los representantes en la(s) comisaría(s) de policía, y reunirse con los detenidos después de ser puestos en libertad. Logística: organizar vehículos, conductores, y posibles alojamientos para recoger y acoger a la gente puesta en libertad. Después de la acción organizar una reunión de los acusados

A diferencia de los observadores legales, que se arriesgan a ser arrestados, uniéndose a los activistas sobre el terreno, el grupo de apoyo legal no debe para nada arriesgarse a ser detenidos. ¡No puedes ayudar a nadie desde una celda policial!

Para más información sobre cómo organizar el apoyo legal para una acción masiva, ver 'Setting Up a Legal Team', basado en la web de Estados Unidos: http://www.midnightspecial.net

Para más información legal y Talleres contactar: Legal Activist Project info@activistslegalproject.org.uk o http://www.activistslegalproject.org.uk

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Manual para Campañas Noviolentas

Preparación para la acción

Hay ocasiones en que prepararéis una única acción, tal vez como vuestra contribución a la campaña de otros, o como un hecho aislado en sí mismo. En otras ocasiones vuestra acción será parte de la estrategia de una campaña más amplia, siendo cada una de las acciones un paso hacia el objetivo de la campaña general. Seguidamente ofrecemos una lista a tener en cuenta cuando se planifica una acción.

Antes de la acción

Contexto

¿Cuál es el análisis de la situación? ¿Qué estructura usará el grupo? ¿Quién toma las decisiones y cómo? ¿Cuál es el objetivo estratégico (por ejemplo, a quién tratamos de influir, y qué queremos que hagan)? ¿Cuál es el objetivo político (cuál es la acción o el evento)? ¿Cómo comunica este acto las metas del grupo antes, durante y después? ¿Cómo define el grupo su compromiso con la noviolencia? (¿Existen directrices o principios establecidos sobre la noviolencia?) (Ver páginas. X y X.) ¿Cuál sería el escenario? (incluir el lugar y la hora) ¿Quién llevará la coordinación general del acto? ¿Cuándo y cómo esperáis que termine la acción?

(Ver "Desarrollando estrategias efectivas" y "Componentes de una campaña" para más ideas y ejercicios, p. X.)

Difusión

¿Tratará el grupo de trabajar con otros grupos o comunidades? En caso afirmativo, ¿con qué grupos y quién hará los contactos? (Ver "Espectro de alianzas" ejercicio, p. X.) ¿Tendrá el grupo un panfleto explicando al público su labor? En caso afirmativo, ¿quién lo preparará? ¿Qué clase de publicidad vais a hacer? ¿Vais a tratar de llegar a otra gente para que se una a vosotros? En caso afirmativo, ¿quién lo hará? ¿Qué clase de trabajo con los medios de comunicación vais a hacer? ¿Vais a mandar un comunicado de prensa con tiempo? ¿Habrá portavoces durante el acto, dispuestos a hablar con la prensa? ¿Habrá un equipo de prensa con “temas de conversación”? ¿Vais a necesitar un subcomité de prensa? (Ver "El papel de los medios", p. X.)

La Preparación de los participantes

¿Qué oportunidades tienen los participantes para prepararse para la acción? ¿Hay sesiones de orientación? ¿De desarrollo de los grupos de afinidad?¿De entrenamiento para la noviolencia?¿De entrenamiento de habilidades?¿De información legal? ¿Tienen los participantes la posibilidad de tomar decisiones sobre el guión? ¿Cómo se hace?

¿Tienen todos claro el proceso del grupo?

*¿Está claro que se necesita cubrir muchos papeles para realizar una acción con éxito, no sólo los papeles de los que realizan la acción “directa”?

Preparación Logística

¿Está bien planeada la logística referente al tiempo y al lugar? ¿Han sido preparados todos los materiales y hay un plan de distribución?

Durante la acción

¿Hay un sistema de comunicación entre los que están en diferentes roles tales como enlace policial, observadores legales, portavoz para los medios, equipo médico, personas con riesgo de detención, gente de apoyo, y manifestantes? (Ver “Papeles en, antes, y después de una acción”, p. X.) ¿Quién está documentando la acción con fotografías y vídeo? ¿Está claro el proceso de toma de decisión?

Después de la acción

Si la gente fuese detenida, ¿hay apoyo legal y en la cárcel? (Ver “Apoyo legal”, p. X y “Apoyo en la cárcel”, p. X.) ¿Se ha realizado un seguimiento del trabajo de los medios, repartiendo información sobre la acción a los medios más importantes y a los alternativos? ¿El grupo ha evaluado la acción? (Ver “Evaluación de la acción” p. X.) ¿Tiene la intención el grupo de documentar la acción (creando un estudio de caso) (Ver "Guía de estudios de casos de campañas", p. X.)

*¿Cuáles son los siguientes pasos para el grupo? ¿Llevará esta acción al desarrollo de una campaña? Si se forma parte de una campaña ¿Cómo cambia la situación?

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Manual para Campañas Noviolentas

Majken Sorensen

Normalmente usamos la acción noviolenta para problemas serios. Pensar en una intervención en términos de humor puede por tanto parecer una manera extraña de enfrentarse a un problema y no lo primero que elegiríamos. Sin embargo, el humor y la seriedad deben de estar más íntimamente relacionados de lo que parece a primera vista. Casi todo el buen humor se desarrolla entre las contradicciones y el absurdo; la acción noviolenta a menudo trata de indicar la contradicción entre cómo es el mundo y cómo queremos que sea. El humor es impactante porque le da una vuelta de trescientos sesenta grados al mundo que conocemos y escapa de la lógica y del razonamiento que es una parte inevitable del resto de nuestras vidas.

¿Cómo empezar?

Si el humor no os sale espontáneamente, no os desesperéis; se puede aprender. Observad a vuestro adversario: si hay una contradicción entre lo que dice y lo que hace, ¿puede ser eso el pie para un buen chiste? Cuanto más cerca estéis de la verdad sobre lo que vuestro adversario dice y hace, mejor funcionará el humor. Casi todos los dictadores dicen que lo que hacen es “por el bien de la gente”. Este tipo de afirmación puede estar en contradicción con sus acciones.

Usar el humor sabiamente

No os paséis: el humor tiene que usarse con moderación y como mejor funciona es complementado con un mensaje serio. ¡Elegid el objetivo de vuestro humor cuidadosamente!

Si estais realizando una acción política, querréis un mensaje político, y querréis centraros en el objetivo. El aspecto de la gente, cómo hablan o su sexualidad no son temas adecuados. Hacer chistes sobre esas cosas normalmente no ayuda a acercaros a la gente y además desvía la atención del asunto político que queréis señalar. Al final de esta sección hay dos ejemplos de acciones que se mantienen centradas en los aspectos políticos a señalar y que no se desvían.

¿Para qué usar el humor?

Usar el humor en vuestras acciones políticas puede ser práctico por diferentes razones. Primero, puede ser divertido para los que participan en la acción. El humor tiene el don de prevenir y parar la posibilidad de “quemarse”, aunque no es una solución mágica.

Usar el humor es también una manera de aumentar las posibilidades de llamar la atención de los medios, de los posibles partidarios y de los espectadores. Los periodistas que saben que conseguirán buenas imágenes y una historia animada es más posible que se presenten cuando anunciéis que algo va a pasar.

Si formais parte de un pequeño movimiento que quiere crecer, el humor mostrará a los posibles miembros que aunque trabajéis en temas serios, sabéis disfrutar de la vida.

El poder del humor

El humor es una poderosa manera de relacionaros con vuestro adversario, pues lo “absurdo” de vuestras acciones cambiará la relación y la lógica de la argumentación racional. Tanto la policía como los oponentes puede que tengan dificultad para responder a buenas y divertidas acciones. Éstas pueden preparar una oportunidad perfecta para crear una “acción-dilema”, que quiere decir que hagan lo que hagan vuestros adversarios, han perdido y posiblemente sean vistos como más débiles tanto a los ojos de los espectadores como de la gente “de su lado”. Pero preparaos para reacciones duras si humilláis a alguien. Cuando se lo ponéis difícil a vuestros adversarios, para encontrar una reacción “apropiada” (adecuada desde su punto de vista), la frustración puede provocar una reacción violenta.

Ejemplos de acciones con humor

Dos ejemplos pueden ilustrar algunos de los puntos arriba mencionados. No os recomendamos que los copiéis directamente, ya que vuestro contexto posiblemente sea muy distinto. Pero demuestran lo poderoso que puede ser el humor:

En Noruega en 1983, un pequeño grupo de objetores totales organizados en el grupo “Campaña contra el servicio militar obligatorio”, (KMV en noruego) rechazaban tanto el servicio militar como el servicio sustitutorio. Querían abrir un debate público y cambiar la ley que les mandaba 16 meses a la cárcel. El estado se negaba a llamarlo “cárcel” y en su lugar decia que los insumisos “presentarían su servicio en una institución bajo la administración de las autoridades penitenciarias. Para evitar tener presos políticos no hubo juicios oficiales, ni presos, ni castigo. Los casos de los insumisos pasaban por el juzgado sólo para identificarlos, y el resultado era siempre el mismo: 16 meses de cárcel. Algunas veces el fiscal ni siquiera se presentaba porque el resultado ya estaba claro. KMV utilizó esto en una de sus acciones:

Uno de los activistas se disfrazó de fiscal y exageró su papel, exigiendo que el insumiso fuera condenado a más tiempo de cárcel por motivo de su profesión (era abogado). Durante el proceso en el juzgado nadie notó nada raro a pesar de las exageraciones del “fiscal”. Una semana más tarde la KMV mandó un video secreto a la prensa, con resultados hilarantes para la mayoría del público noruego.

Este ejemplo ilustra claramente el poder de darle la vuelta a las cosas. El amigo del acusado que representaba al fiscal y pedía una pena mayor de lo que la ley puede imponer, parodiaba de lo que ocurre en el juicio. En esta acción, los activistas de KMV satirizaron el absurdo de llevar un caso al tribunal sin tener nada de que discutir. Además de poner patas arriba los roles, la parodia del juzgado también demostró la contradicción entre lo que el estado noruego dice y lo que hace. Si los políticos dicen que Noruega es una democracia y proclama que no tiene presos políticos, ¿por qué encarcela a gente por sus creencias? ¿Y por qué este encarcelamiento no es ni siquiera llamado sentencia de cárcel, sino 'periodo administrativo para prestar un servicio sustitutorio'? Es una situación absurda. Mediante una dramatización en un contexto de humor, la KMV cortocircuitó todo intento de explicación racional y la gente entendió que aquella situación no tenía sentido.

Sin embargo, este caso también acentúa el importante aspecto de que el activista que usa el humor tiene que ser consciente del contexto en el que lo usa. Si queréis evitar largas estancias en la cárcel, no es recomendable imitar este tipo de acción.

En el segundo ejemplo, pasamos de la democrática Noruega a la Serbia dictatorial del año 2000, antes de la caída de Slobodan Milosevic. Para apoyar la agricultura, Milosevic puso cajas en tiendas y lugares públicos y pidió a la gente que donaran un dinar (moneda serbia) para sembrar y plantar cosechas. Como respuesta, el movimiento de jóvenes Otpor organizó su propia colecta llamada 'Dinar za Smenu'. Smenu en serbio es una palabra con muchos significados; puede significar cambio, resignación, despido, pensión o purga. Esta acción, que consistía en un barril grande con una foto de Milosevic, se repitió varias veces en diferentes lugares de Serbia. Después de dar un dinar, la gente recibía un palo que podían usar para pegarle al barril. En una ocasión, un letrero sugería que si la gente no tenía dinero debido a la política de Milosevic, debían darle dos veces al barril. Cuando la policía retiraba el barril, un comunicado de prensa de Otpor decía que la policía había detenido al barril y que la acción había sido un gran éxito. Afirmaron que habían recogido suficiente dinero para pagar la jubilación de Milosevic y que la policía le entregaría el dinero.

Éste es un ejemplo de acción-dilema, porque Otpor dejó tanto a Milosevic como a la policía sin espacio para reaccionar. Si la policía no se hubiera llevado el barril, habría quedado mal. Cuando hacían algo, Otpor seguía la broma diciendo que se trataba de la detención del barril y que la policía le daría el dinero a Milosevic para su jubilación. Hicieran lo que hicieran, el régimen perdía.

Podéis encontrar la disertación de Majken sobre humor y noviolencia en la web del Centre for Peace and Reconciliation Studies, Coventry University http://www.coventry.ac.uk/researchnet/external/content/1/c4/11/36/v1202125859/user/Humour%20as%20Nonviolent%20Resistance.pdf

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Roberta Bacic (con agradecimientos a Clem McCartney)

   Protestamos por muchas razones, pero frecuentemente lo hacemos porque tenemos que hacer frente a situaciones a las que tenemos que dar una respuesta y ante las que tenemos que tomar una postura. La realidad que tenemos delante –sea la nuestra o la de otros– nos empuja a actuar, a reaccionar, a desafiar o a cambiar lo que experimentamos y vemos. Sin embargo, muchas veces se nos olvida considerar seriamente las posibles consecuencias de esta elección. Las consecuencias positivas normalmente dan fuerza para actuar. Las consecuencias negativas pueden quitar esas fuerzas. Pero necesitamos pensar en ambas por adelantado para dar los siguientes pasos, pero sobre todo para no ser sorprendidos por ellas y sufrir incluso más estrés. 

Consecuencias de la toma de postura

Posicionándonos, podemos ponernos en situaciones límite e incluso ponernos en peligro. Si esto ocurre, será casi inevitable que tengamos experiencias negativas; como respuesta posiblemente sintamos miedo. En situaciones de inseguridad y angustia, estos sentimientos se mezclarán: miedo de ser arrestados, miedo de ser denunciados, miedo de ser torturados, miedo de ser cogidos en una reunión ilegal, miedo de ser traicionados, miedo de no alcanzar nuestro objetivo, miedo de lo desconocido (¿qué pasa si me arrestan?) y también de lo conocido, sea una amenaza concreta por teléfono o una toma de conciencia de lo que les ha pasado a otros.

   Necesitamos saber qué podemos hacer para evitar estas consecuencias o superarlas cuando emergen. Tres elementos básicos pueden ayudarnos: la confianza y la solidaridad con nuestros compañeros manifestantes, el buen entrenamiento, y la preparación emocional e informar sobre la situación.

Algunas de las consecuencias para las que necesitamos estar preparados

1. Enfrentando las Consecuencias del Miedo

   Cuando pensamos en experiencias traumáticas, inmediatamente pensamos en las consecuencias físicas, como ser maltratados, arrestados, derrotados o que violen nuestros derechos humanos. Este riesgo es mayor en unas sociedades que en otras; las personas que protestan en estados muy militaristas y autoritarios son particularmente valientes. Pero lo normal es que todos nosotros sintamos algo de ansiedad y miedo y por lo menos seamos conscientes del riesgo del dolor físico o de la incomodidad que nuestra toma de postura puede ocasionarnos. Estos miedos pueden ciertamente paralizarnos, pero ignorarlos no es bueno. Si no estamos preparados, nuestras reacciones naturales en la situación pueden de hecho causar un daño mayor.
   Por ejemplo, podemos sentir la urgencia de correr, pero si empezamos a correr, perdemos el control; nuestros opositores pueden estar tentados de atacarnos en este momento. Estar preparados, racionalmente, emocionalmente y prácticamente es, por lo tanto, muy importante. Para entrenarnos para el miedo, el control es un elemento clave. (Ver el ejercicio "Consecuencias del Miedo", p. X.)

2. La fuerza de definirse públicamente

   Necesitamos ser conscientes de que elegimos posicionarnos fuera de la opinión convencional. No es tan difícil compartir nuestros sentimientos en privado con los que comparten nuestros puntos de vista, aunque puede preocuparnos la posibilidad de ser traicionados. Definirse públicamente es más difícil. Nos posicionamos no sólo contra el estado sino también contra actitudes sociales comunes. La auténtica razón para protestar es para desafiar esas convenciones, pero el saberlo no lo hace más fácil. Nos ponemos al descubierto. Pensamos en Women in Black de Israel, que simplemente se mostraron como testigos silenciosos de lo que no podían aceptar en su sociedad. Ahora esta clase de testimonio se ha usado en Serbia, Colombia y en otros lugares. La solidaridad con nuestros colegas es muy importante en estas situaciones, como lo es el crear un espacio donde podamos airear y enfrentar nuestros sentimientos. Incluso los que parecen muy seguros pueden tener preocupaciones que necesitan reconocer y enfrentar. (Un ejercicio "Línea de conflicto" [p. X] ayuda para practicar).

3. Prepararnos para enfrentar la angustia

   Otros riesgos y consecuencias pueden ser más sutiles, pero por eso mismo pueden ser más angustiosos. Podemos enfrentar la falta de respeto y humillación o ser objetos de burla e insultados por los espectadores o por las fuerzas del estado. De nuevo Women in Black me vienen a la mente; fueron escupidas y abusadas por un público hostil, pero ellas permanecieron en silencio y sin reaccionar. Esto puede ser emocionalmente angustioso. Juego de Roles (ver Ejercicio, p. X) una situación adelantada, nos ayuda a estar preparados emocionalmente y a entender mejor las motivaciones (y el miedo) de nuestros oponentes. La solidaridad y la confianza en nuestros compañeros manifestantes son de nuevo importantes y en parte se construye a través de estos ensayos. Menos angustioso emocionalmente, porque es menos inmediato, es la mala publicidad. La prensa, que puede difamarnos con toda clase de imprecisiones, puede desafiar nuestra buena intención y motivaciones. Prepararnos para esta clase de humillaciones hace que cuando llegan sea más fácil superarlas.

4. Ponerte en el sitio del otro

   Puede que incluso busquemos la humillación como parte de lo que tratamos de comunicar, como cuando los manifestantes tratan de ponerse en la situación de la gente a la que están defendiendo. Muchos grupos han hecho teatro en la calle representando a los prisioneros y guardias de la Bahía de Guantánamo; a través de estas representaciones salieron a la superficie sentimientos no anticipados que los participantes encontraron, en algunos casos, difíciles de controlar. Por ejemplo, los “prisioneros” pueden empezar a sentirse violados mientras que los “guardias” pueden sentir que entran en la experiencia con demasiado entusiasmo o, por el contrario, con un sentimiento de repulsa. En cualquier caso, los participantes se pueden sentir deshonrados y contaminados. Para enfrentar estas posibilidades necesitan estar preparados para experimentar ellos mismos estas reacciones y ser informados con cuidado después. Otro ejemplo son las protestas contra las granjas industriales cuando los voluntarios usan sus propios cuerpos para representar buenas tajadas de carne. La reacción puede ser sentirse muy entusiasmados y liberados por posicionarse o lo contrario: a ratos sentirse preocupados por ver la situación en la que se han metido.

5. Enfrentando el desencanto

   Algunas veces tenemos algunos problemas antes y durante la protesta, pero el golpe real llega más tarde si creemos no haber causado ningún impacto. Las grandes protestas contra la guerra de Irak el 15 de febrero del 2003 no pararon la guerra. Nuestros peores miedos se realizaron. No es extraño que mucha gente se sintiera frustrada y sin salida. Lógicamente se preguntaron : “¿Hay algo que valga la pena?” Puede que no quieran participar en otras intervenciones en el futuro, sobre este tema u otros, porque se sienten inútiles. ¿Qué se puede hacer para tratar este desencanto?
   Necesitamos oportunidades para reflexionar juntos sobre lo que ha ocurrido y lo que podemos aprender de la experiencia (Ver "Evaluación de la Acción", p. X.). Necesitamos ajustar nuestras expectativas. Las protestas son importantes para mostrar nuestra fuerza, pero ellas por si solas no pararán una guerra.

6. Manejando el éxito

   Así como puede preocuparnos que una situación pueda resultar peor de lo pensado, puede ocurrir, paradójicamente, que tengamos dificultad en integrar lo que aparece como positivo y satisfactorio. Por ejemplo, si las fuerzas de seguridad actúan con más humanidad de lo esperado o si las autoridades conectan con nosotros y parecen abiertos a considerar nuestras propuestas. Estos resultados pueden tener un efecto desestabilizador si nos habíamos puesto fuertes para la confrontación. ¿Qué le pasa a toda la adrenalina acumulada en nuestros cuerpos? ¿Cómo afectan estos acontecimientos a nuestro análisis de la realidad? ¿Tenemos que tener más confianza en el sistema? O ¿hemos sido embaucados con dulces palabras? Nuestro movimiento puede conseguir más solidaridad cuando tenemos que enfrentar una dura oposición y puede fracturarse cuando esto no se materializa. Por lo tanto, necesitamos estar a punto para saber qué respuestas pueden ser más efectivas y mirar qué se puede hacer. Luego, cuando, si esto ocurre, estaremos más capacitados para valorar la situación en grupo y tener una actuación apropiada.

7. Cuando los niveles de agresividad aumentan

    Muchos de nosotros nos hemos quedado en shock ante la agresividad que se puede experimentar durante una protesta no violenta –y no sólo por parte de los opositores a la protesta-. Podemos sentir una ola de agresividad que nos sube por dentro cuando las autoridades nos maltratan. Incluso, aunque no reaccionemos, este sentimiento nos puede hacer sentir muy incómodos y dubitativos. U otros manifestantes pueden empezar a desbandarse y nosotros tenemos que ser capaces de encontrar una respuesta apropiada. ¿Nos unimos a ellos, abandonamos, o nos mantenemos en nuestras convicciones, continuando la protesta no violenta según la habíamos planeado? Estas situaciones dejan poco tiempo para pensar, así que necesitamos considerar las posibilidades por adelantado. Necesitamos tener nuestras alternativas claras para que se puedan tomar decisiones tranquilas. (Ver los ejercicios “Tomando Decisiones” y “Juego de Roles” pp. X y X.)

Contextos diferentes

   En el Norte, podemos protestar en estados y culturas que se consideran liberales y democráticas. O podemos estar bajo un régimen autoritario. Pero no podemos asumir que la protesta sea más fácil en democracias liberales, pues algunos de estos estados pueden ser muy duros en la forma como tratan la protesta. 
   Otros factores pueden determinar el potencial de la protesta y sus límites. La sociedad puede ser abierta o cerrada. En una sociedad cerrada los riesgos son mayores porque los disidentes pueden desaparecer, y hay poca posibilidad de que se asuman las responsabilidades. Puede que haya un sistema judicial, independiente del gobierno, que puede actuar como un control en los abusos de los derechos humanos. La cultura de una sociedad es también un factor importante, ya que puede valorar conformidad y respeto por la autoridad. O una sociedad puede sentirse débil y vulnerable a las presiones de la modernidad o a la influencia de otros estados; en estos casos, cualquier forma de protesta puede ser vista como desleal y destructiva.
   Mientras la protesta es más difícil en unas situaciones que en otras, todos los temas discutidos aquí pueden suscitarse en cualquier contexto, aunque con distinta intensidad. (Para más información sobre contextos, ver también "Enviando el mensaje de protesta", p. X.) 

Conclusión

   Si nos preparamos para la mezcla de emociones y reacciones que pueden resultar de nuestra protesta, esto es, si construimos solidaridad con nuestros colegas y analizamos y nos informamos de las consecuencias de nuestras acciones, estaremos mejor posicionados para continuar la lucha por una sociedad mejor, aun sabiendo que esto no se alcanzará mientras nosotros vivamos.
   Sin embargo, si no nos preparamos bien y no trabajamos adecuadamente con las posibles consecuencias, podemos terminar sin ayudar a nadie, ni siquiera a nosotros mismos. Nos podemos desanimar y decidir tirar la toalla o implementar otro tipo de estrategias que pueden ser contraproducentes, como la política oficial y el uso de la fuerza. O nos podemos meter en un círculo de protesta por sí misma, sin ningún sentido estratégico. De este modo, puede parecer que estamos todavía comprometidos con la lucha y los otros, pueden admirar nuestra perseverancia, pero en realidad hemos perdido el objetivo por el que gastamos tanta energía. Nuestra ineficacia y falta de sentido puede desanimar a otros de la posibilidad de comprometerse. Si –como creo– tenemos la obligación de protestar, también tenemos la obligación de prepararnos bien: de identificar los riesgos para nuestra salud física y emocional y dar pasos para asegurarnos de que podemos superar estos riesgos y continuar la lucha de una manera positiva y efectiva, siendo fieles a nuestros ideales. Lo último, pero no por ello lo menos importante, sigamos intentándolo, divirtámonos mientras lo hacemos, y con todo demos una oportunidad a la paz. No somos los primeros que lo hacemos, y no seremos los últimos.

Durante el mes de enero, tendrán lugar en Sevilla, Estado español, una serie de eventos sobre la noviolencia. En uno de estos actos se ha presentado el 'Manual para Campañas Noviolentas'. El sábado 30, puedes asistir al Taller de diseño de campañas noviolentas, impartido por Andreas Speck, antiguo miembro de la oficina de la IRG. Puedes inscribirte aquí.

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La segunda edición del Manual para Campañas Noviolentas fue lanzada en inglés en 2014 durante la Conferencia Internacional de la IRG en Ciudad del Cabo. El manual ha sido traducido al español a través del apoyo de una campaña de crowdfunding (financiamiento colectivo) y está disponible en la tienda en línea de la IRG: /es/node/24916

El manual es una colección de historias, estrategias, tácticas y ejercicios de entrenamiento para apoyar a los grupos que quieren realizar acciones noviolentas para el cambio social. Fue escrito por más de treinta miembros de la red de la IRG de distintos países y contextos.

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Dos libros por el precio de uno! 2nd Octube es la 'Dia Internacional de la No violencia' - hasta 9 october, si compra una copia del segunda edición del Manual de Campañas Noviolentas, incluimos un copia del primero edicion para dar a un amigo. El segunda edición está disponible en Inglés y Español.

El cambio social no pasa porque sí; es el resultado del trabajo realizado por gente comprometida de todo el mundo que lucha por la justicia y la paz. Su trabajo tiene lugar en grupos o en células de activistas, en debates, en sesiones de entrenamiento, en reflexiones sobre experiencias anteriores, planificando, experimentando y aprendiendo de otras personas. Análogamente, la noviolencia se ha usado como herramienta de cambio social durante muchos años, y se emplea en una gran variedad de luchas por la libertad, la paz y contra la violencia.

El 25 de marzo de 2015, en la Casa Museo de la Memoria Indómita, Ciudad de México, dos activistas por la paz estrechamente vinculados a la IRG (Igor Seke, de Serbia/México, y Julián Ovalle, de Colombia) presentarán la segunda edición del Manual de Campañas Noviolentas de la IRG. También conversarán sobre la OC como medio de luchar contra la guerra en Colombia, y cómo funciona la solidaridad internacional con los objetores de conciencia en ese país.

La IRG está reuniendo fondos para la traducción al castellano de la nueva edición del Manual para Campañas Noviolentas.

Link al crowdfunding (https://goteo.org/project/campanas-noviolentas).

En el año 2009 la IRG publicó el Manual para Campañas Noviolentas, un manual con ideas y materiales para dar apoyo a activistas para organizar y realizar campañas más efectivas. El contenido completo de la primera edición está disponible en linea aquí wri-irg.org/node/8336. La versión original fue traducida a diez idiomas, incluyendo árabe, coreano, turco, nepalés, ruso, y ha sido usado por activistas en todo el mundo. Por ejemplo, la primera versión fue usada por el 15M, especialmente las secciones de toma de decisiones por consenso.

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