Turquía

Declaración de la Asociación de Objeción de Conciencia (Vicdani Ret Derneği), Turquía

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Los golpes militares ha traído violaciones de los derechos humanos allí donde ha tenido lugar. En cada lugar donde el ejército ha tomado el control por la fuerza, la violencia ha sido institucionalizada y las sociedades que han sido testigos de los golpes han sido arrastrados en espirales de violencia. El proceso que hemos estado viviendo desde la noche del 15 de julio nos está haciendo experimentar una diversidad de esta espiral de violencia. Por un lado los escenarios de un golpe militar están siendo puestos en práctica por el «Consejo de Paz en Casa», por otro lado los llamados «movimientos democráticos» del gobierno del AKP están en la agenda.

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Hilal Demir and Ferda Ülker

El militarismo y el patriarcado están profundamente enraizados en la cultura turca. Actualmente, la guerra del “sureste” está basada en la discriminación étnica contra los curdos, aunque oficialmente se describa como “una guerra contra el terrorismo”. A cualquier intento de cuestionar el militarismo se le llama “traición”. Las personas más afectadas por las consecuencias negativas de la violencia son primordialmente las mujeres, los niños y los ancianos; también las minorías religiosas, étnicas y políticas. La violencia está tan interiorizada en la sociedad turca que las perspectivas alternativas son impensables, incluso entre los que normalmente cuestionan la jerarquía y promueven la libertad y la igualdad.

La influencia de los militares se puede reconocer en los ejemplos siguientes:

Sólo después de haber hecho el servicio militar se le mira a un hombre como un hombre “de verdad”. El Consejo de Seguridad Nacional (incluyendo los Jefes de Estado Mayor) impidió en 1997 que los ganadores de las elecciones formaran un gobierno (el golpe de estado “posmoderno”). Poder económico: la compañía de servicios financieros del ejército turco OYAK es una de las inversoras más poderosas de Turquía. Las encuestas de opinión muestran que el ejército es la institución de la que más se fía la gente.

El ejército bajo el mando de Mustafa Kemal estableció la república turca en 1923, después del colapso del Imperio Otomano; los principios kemalista permanecen como fundamentales para el estado, reflejados en el código penal, el mantenimiento de un ejército poderoso y la creencia en la “indivisibilidad de la nación”. Estos generan actitudes represivas. Poca gente ve que el dominio del hombre sobre la mujer sea un problema, y la violencia física está ampliamente aceptada contra los subordinados, los presos y en el interior de la familia.

Los principios

El término noviolencia se usó por primera vez en los principios de la Asociación de Resistentes a la Guerra de Izmir (IWRA por sus siglas en inglés) en 1992. Dentro de la asociación, la noviolencia fue siempre un tema de debate, especialmente cómo encontrar formas concretas de vivir de una forma noviolenta dentro de una cultura violenta. Al principio usamos entrenamientos noviolentos para prepararnos a nosotros mismos para los escenarios de las visitas a la prisión, cuando un miembro del grupo, Osman Murat Ülke fue encarcelado por objeción de conciencia. Inicialmente nadie externo se acercó para hablar sobre la noviolencia. Sin embargo, ahora hay más interés, aunque la Asociación de Resistentes a la Guerra se disolvió en 2001 porque muchos miembros se “quemaron”.

El compromiso de IWRA con la noviolencia supone un marcado contraste con otros grupos de izquierda que no se tomaron nuestro planteamiento seriamente y vieron la noviolencia como algo débil e ineficaz. Sobre todo implicamos a activistas antimilitaristas, anarquistas y feministas. Quizás la mejor acogida a la noviolencia vino del movimiento de lesbianas, gays, bisexuales, y transexuales (LGBT) que se encontraba en proceso de estructuración y estaba asumiendo métodos noviolentos.

Con respecto a las alianzas políticas nuestra interacción más fructífera fue con el movimiento de mujeres. Cuando empezamos formamos un grupo de mujeres feministas y antimilitaristas llamado, “Feministas Antimilitaristas”, que intentaba contactar con grupos de mujeres. A pesar de algunas decepciones iniciales, contactamos con muchas mujeres independientes y empezamos a montar entrenamientos para organizaciones de mujeres. Este cambio de actitud estaba relacionado con cambios/ transformaciones dentro del movimiento de mujeres, en particular un deseo de hacer las cosas a su manera más que según las directrices de izquierda tradicional. A medida que más mujeres buscaban poder personal, nuestra cooperación con mujeres y con grupos de mujeres se fortaleció.

El grupo político más cercano fue el movimiento de objeción de conciencia porque fue construido con los esfuerzos de los activistas que trabajaban por promover la noviolencia. Aunque esta asociación continúa, una vena individualista en el movimiento, creemos, hace el debate sobre la noviolencia menos efectivo. Aunque la mayoría de los objetores de conciencia turcos son objetores totales (es decir, rechazan tanto el servicio militar como el servicio sustitutorio), la actitud del movimiento hacia la noviolencia es ambigua algunas veces, especialmente por el apoyo a los objetores de conciencia del movimiento kurdo y de los grupos de izquierdas.

La Iniciativa de Formadores Noviolentos de Izmir

La Iniciativa de Formadores Noviolentos de Izmir (INTI) se creó primeramente como parte de la IWRA con apoyo adicional de otros. Nuestros trabajo fue apoyado y mejoró su calidad gracias a la cooperación con formadores alemanes, que incluía cursos de formación en Kurve Wustrow, en Alemania, una formación para formadores internacional, organizado en Foca, Turquía, en abril de 1996, y el acompañamiento de dos formadores alemanes que vivieron en Izmir entre 1998 y 2001.

Cuando la IWRA se disolvió en diciembre de 2001, la iniciativa continuó, organizando talleres en Izmir y en cualquier lugar al que nos invitaran, incluyendo Diyarbakir, en la región “en crisis” del sudeste. Hoy, cinco voluntarios –cuatro mujeres y un hombre– trabajan principalmente como voluntarios, quienes se les compensa sólo por los gastos de viaje, aunque algunas veces tenemos dinero para pagar a un coordinador a media jornada. En Junio del 2006 empezamos un curso de formación para formadores con veinte participantes de todo el país.

El objetivo de INTI es potenciar y poner en práctica los principios y las estructuras noviolentas como una alternativa al militarismo, el nacionalismo, la jerarquía y el patriarcado. Nuestras actividades públicas empezaron con la organización de manifestaciones y seminarios sobre la noviolencia y la objeción de conciencia, publicando panfletos (aunque la policía confiscó un buen número de nuestros trabajos en las imprentas), y buscando la cooperación internacional. En el campo de la formación trabajamos con activistas de grupos extraparlamentarios, de derechos humanos, de mujeres, LGBT y partidos políticos. Además, el grupo cooperó con el Centro de Derechos Humanos de la Asociación de Abogados de Izmir, para formar a abogados y a policías en cuestiones de derechos humanos. Entre los problemas que se trataron en general en nuestras formaciones están la creación de estructuras no jerárquicas para el trabajopolítico de oposición desde la base, toma de decisiones por consenso, debate sobre las estructuras militarizadas dentro de la sociedad (empezando por la familia) y alternativas noviolentas. Los comportamientos y las acciones individuales de los participantes son siempre el punto central y básico de nuestros talleres. Reflexionamos sobre análisis teóricos y experiencias prácticas de noviolencia y acciones noviolentas (empezando por Henry David Thoreau y Mohandas Gandhi hasta ejemplos de hoy). Incluimos reflexiones sobre puntos de vista anarquistas a la noviolencia en El Teatro de los Oprimidos de Augusto Boal, y las estrategias noviolentas de Gene Sharp.

Nuestro grupo cree que es posible eliminar toda clase de desigualdades, la discriminación y por tanto la violencia, y desarrollar acciones noviolentas y métodos para el cambio político y social. Por lo tanto, con el principio de que “la noviolencia no es una aspiración para lograr en el futuro sino, el medio para llegar a esa misma meta”, nuestro grupo empezó a cuestionar las prácticas diarias que parecen ser “neutrales”. Durante más de diez años hemos estado aprendiendo, practicando y enseñando los medios y métodos de la noviolencia, una actitud ante la vida que ahora desarrollamos como un principio vital.

Primero, ofrecemos una formación “introductoria” de un día para diversas organizaciones para activistas individuales que cuestionan la violencia como parte de sus programas. Segundo, ofrecemos “formación basada en el conflicto” sobre temas solicitados por los grupos, basada en sus necesidades. Algunos de ellos son los prejuicios, resolución de conflictos, comunicación y sexismo. Tercero, estamos trabajando para ofrecer una semana de sesiones intensivas de “entrenamiento de formadores” con personas que han tomado parte en las dos primeras sesiones de formación y quieren ser formadores. Esto fue en respuesta a la creciente demanda de este tipo de módulo. Desde 2002, hemos dirigido las primeras y segundas partes de las formaciones con diversos grupos– trabajando con mujeres, la comunidad LGBT y grupos de derechos humanos, ecologistas, pacifistas y antimilitaristas de Izmir, Ankara, Antalya, Adana, y Diyarbakır.

Las personas que participaron en nuestras dos primeros talleres y querían ser formadores ya habían empezado a cuestionar la violencia y habían estado intentando integrar métodos no violentos en sus instituciones y prácticas individuales. Sin embargo, sentían que les faltaba información y experiencia sobre la “acción noviolenta”. Por ejemplo en Diyarbakir, nos dimos cuenta de la necesidad de aprender cómo elaborar soluciones noviolentas para actividades fundamentales (como los asesinatos “por honor”, violencia contra las mujeres, etc.). Los participantes necesitaban empoderamiento para su trabajo y mejorar su aptitud para usar la noviolencia para crear nuevas soluciones a sus problemas. Nos damos cuenta que es imposible cubrir todos los principios de la noviolencia en una semana de entrenamiento. Una de las soluciones que encontramos fue continuar el diálogo y buscar oportunidades para reuniones futuras de supervisión y realimentación. Más aún, durante el tercer entrenamiento planeamos formar una red de todos los formadores de Turquía y establecer principios operativos. Este enfoque de “red de formadores” asegurará que nuestro diálogo sea sostenible y nos permitirá continuar compartiendo conocimiento y experiencia entre los formadores en noviolencia y dinfundir cooperativamente la formación noviolenta tanto a nivel local como nacional.

Nuestros objetivos

Bucamos mejorar y fortalecer la cultura de la democracia y los derechos humanos introduciendo el concepto de noviolencia, cuestionar la cultura de la violencia(que tiene un carácter militarista y patriarcal en Turquía) para sembrar las semillas de una cultura de la noviolencia, y aumentar la conciencia de una lucha contra la discriminación en todas las formas de vida. Formar formadores permitirá a éstos trabajar para lograr estas metas consiguiendo experiencia práctica y aumentando su capacidad de dinamizar sus propios grupos de formación.

Campañas noviolentas

Examinando ejemplos de campañas noviolentas en Turquía, podemos decir que estas actividades no se han organizado de una manera totalmente noviolenta. Aunque la noviolencia fuera uno de los principios fundamentales de algunas organizaciones, les faltaban algunas de las cualidades de una verdadera acción noviolenta, tal como el prepararse para la actividad con entrenamientos noviolentos. Una de las campañas más largas con respecto a esto fue el Festival Militourism. Este festival, celebrado anualmente el 15 de Mayo (el día Internacional de la Objeción de Conciencia), consistía en visitar los símbolos militares famosos en varias ciudades, organizando actos alternativos y declaraciones de objetores de conciencia. Otra era la campaña “Le estamos haciendo frente”, cuyo objetivo era cuestionar la guerra en Turquía. Se prolongó durante un año entero, con acciones importantes cada tres meses. El objetivo era evitar que la gente ignorara esta guerra mediante el uso de métodos noviolentos como el teatro de calle. Otra acción noviolenta fue “el Día del Arroz”, celebrado en Ankara, la capital administrativa y concretamente enfrente de los cuarteles militares. Nos reunimos allí para decir “existimos, estamos aquí”. Como antimilitaristas que subvertíamos los papeles sociales con nuestras actividades, usamos el símbolo del “Día del Arroz” para realzar la solidaridad de grupo y acabar con nuestra invisibilidad. Aparte de estas actividades importantes, se movilizaron organizaciones y acciones más pequeñas para intervenciones políticas con objetivos a corto plazo.

Desde agosto de 2015, el conflicto entre el gobierno turco y los grupos kurdos que habitan las regiones kurdas del país se ha intensificado hasta desatar una nueva espiral de violencia, provocando cientos de muertes en ambos bandos y una crisis humanitaria cada vez más grave, todo ello acompañado de graves violaciones de los Derechos Humanos, incluyendo encarcelamientos arbitrarios y ejecuciones extrajudiciales.

Grupos de objetores de conciencia de la región del este del Mediterráneo recientemente han emitido una declaración sobre la actual crisis militar en su región. Declararon su solidaridad con los refugiados que escapan de la guerra ya la represión, e hicieron un llamado a la comunidad internacional a buscar soluciones pacíficas, en vez de militarizadas, para la actual violencia en la región. “La reacción del mundo a la actual violencia regional”, señala la declaración, “debería ser construir sociedades, asistir a los refugiados y mediar entre partes en conflicto, no vender armas, bombardeos y ofrecer asistencia militar”.

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Tara Tabassi (Liga de Resistentes a la Guerra) y Andrew Dey (Internacional de Resistentes a la Guerra)

Members of Indonesia's

Como activistas antimilitaristas estamos bien posicionados para ver el poder que ejerce la policía en industrias de armamento y agendas militaristas tan amplias. La comprensión de este poder policial en los distintos contextos del mundo es clave para que los activistas que luchan contra la militarización puedan mantener el control sobre el poder policial en nuestras comunidades. Las fuerzas policiales suelen actuar para mantener una distribución del poder statu quo injusta en la sociedad y tienden hacia enfoques hegemónicos donde unos tienen el poder sobre otros, en especial cuando la percepción de amenaza es alta – la policía es una forma de control social y la militarización aumenta su poder. La militarización significa fusiles, tanques armados y drones, pero también es un estado de ánimo. Las mentalidades militarizadas han impregnado muchas fuerzas policiales y han aumentado radicalmente la fuerza de la violencia policial contra nuestras comunidades.

Somos objetores de conciencia de toda la región del Mediterráneo Oriental. Nuestra región ha sufrido durante mucho tiempo opresión, injusticia, militarización, ocupaciones militar y guerras, así como pobreza, analfabetismo, hambre y falta de infraestructura social. En este difícil periodo, en el que nuestra región parece hundirse aún más en el caos de la guerra, alzamos nuestra voz común por la paz y contra la  mlitarización.

Nos negamos a permitir que continúe este ciclo de violencia, iniciado por estados opresivos e intereses económicos; nos negamos a ser parte de él; nos negamos ser enemigos de gente simplemente porque tengan una nacionalidad o religión diferente; no nos van a arrastrar a sus guerras y ejércitos que llevan a la región a la destrucción y la muerte.

El 6 de enero de 2016, el objetor de conciencia Yannis Vasilis Yaylali fue condenado a una pena de 7 meses y 15 días de cárcel por haber escrito artículos que defendían la objeción de conciencia y se oponían a la guerra en las regiones kurdas. Esta pena de prisión comenzará únicamente después de la sentencia del tribunal de apelación; por tanto, todavía no está en prisión. Fue declarado culpable por incumplir el Artículo 318 del código penal turco: alienar a las personas contra el servicio militar. Tiene dos procesos más por la misma acusación.

Yannis hizo una declaración después de la sentencia:

«En estos últimos años, apenas se ha hecho uso del artículo 318. Hasta que empezó de nuevo la guerra el año pasado. El Estado está aumentando la presión a todos los opositores a la guerra, los antimilitaristas y los objetores de conciencia en tiempos de guerra. Están intentando silenciarnos, pero no vamos a rendirnos».

Tahir Elçi, presidente del Colegio de Abogados de Diyarbakir, un destacado abogado de derechos humanos y persona muy conocida como “enviado por la paz”, fue asesinado el 28 de noviembre de 2015 en Diyarbakir, localidad situada en el sudeste de Turquía. Dedicó su vida a la paz y a los derechos humanos. Sus últimas palabras fueron “No queremos armas, enfrentamientos ni operaciones militares en la cuna y hogar de tantas civilizaciones”, pronunciadas en una rueda de prensa pocos minutos antes de que le dispararan.

Tras las elecciones del 7 de junio, 272 civiles (Suruc – 32, Ankara – 102) habían perdido la vida hasta el 9 de noviembre, según el informe publicado por la Asociación de Derechos Humanos de Turquía. El número total de personas, entre fuerzas de seguridad, paramilitares y militantes del PKK ascendía ya a 602 según el mismo informe.

El ejército turco exime a los hombres homosexuales de servir en el ejército, puesto que categoriza la homosexualidad como un "desorden psico-sexual". Un cambio en el proceso permitirá a los hombres declararse gais en una entrevista sin tener que pasar por pruebas humillantes tales como exámenes rectales o mostrar fotos sexuales. Aún así conseguir la exención sigue poniendo a los gais en peligro de sufrir futuras discriminaciones, puesto que supone que su orientación sexual está recogida en su expediente oficial.

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