El veredicto irá llegando despacio. Hay varias cosas que invitan al optimismo, a la esperanza, podríamos decir, en lo que se refiere a la lucha contra la corrupción, el fraude, el despilfarro y los engaños de los especuladores de la guerra. Y, como es lógico, existen también muchas razones para dudar de que lleguemos a ver ningún verdadero cambio. Yo, realmente, no sé qué esperar. Si Obama cumple sus positivos programas, les hará la vida bastante más difícil a los contratistas militares.