Fronteras confrontadas: creciente militarización de la región de Asia y el Pacífico

Peter D Jones

Desde el final de la Guerra Fría, el sueño del beneficio de paz ha desaparecido cuando la militarización cambia su enfoque, básicamente, para encontrar nuevas áreas de conflicto. En la región de Asia y el Pacífico, en la que los estados nacionales son un rasgo relativamente nuevo de la historia, los conflictos fronterizos han resurgido de manera inevitable. En el siglo XXI, no solo las fronteras terrestres son sujetos de conflictos sino también las fronteras marítimas, ya que las naciones compiten por tener el control de los recursos que se encuentran debajo del agua. Al mismo tiempo, Estados Unidos ha optado por cambiar su enfoque geoestratégico de Europa a Asia y han surgido nuevas naciones y alianzas, por lo que hemos dejado de ser una nación con dos superpotencias primero y, luego con una, y nos convertimos en un mundo multipolar. Además, varias naciones desarrolladas utilizan sus nuevas riquezas para construir y modernizar sus fuerzas armadas, especialmente en la región del Asia y el Pacífico.

Ahora, dos factores parecen estar conduciendo la carrera armamentista regional en Asia y en el Pacífico. Uno de ellos tiene que ver con las fronteras, que son motivo de controversia tanto en la zona terrestre como en la zona marítima. El otro factor refleja la base actual sobre la cual el ejército militar de los Estados Unidos se apoya para descentralizar su atención en Europa y enfocarse en la región de Asia y el Pacífico. Este último factor se ve impulsado principalmente por un deseo de contener la creciente expansión naval de China y los reclamos por los arrecifes y las islas del Mar de China Meridional. Aquí, los antiguos reclamos históricos se tropiezan con las 200 millas náuticas que ocupan las Zonas Económicas Exclusivas (formalmente establecidas por la Convención de las Naciones Unidas en la Ley de Mar en al año 1982) que permiten el control de las reservas potenciales de petróleo y gas mientras China asegura que su expansión se ve impulsada también por el deseo de proteger sus rutas marítimas para continuar con el comercio en estas áreas en crecimiento.

Se están forjando nuevas alianzas interesantes, algunas traen consigo antiguos enemigos como Japón y otros países que este ocupó durante la Guerra del Pacífico (1941-45), mientras Vietnam desarrolla nuevos enlaces con los Estado Unidos y Australia a través de los cuales refleja su viejo miedo a la expansión de China. Cínicos observan que no hay nada nuevo en cuanto a los reclamos de China sobre algunas de las islas y los arrecifes del Mar de China Meridional y que, en comparación con la presencia del ejército de los Estados Unidos en las islas que cruzan todo el Océano Pacífico, las voces de alarma de los Estados Unidos que anuncian la expansión naval de China suenan algo hipócrita. China limita con diecisiete países y tiene varias disputas fronterizas en curso con varios de esos países, además, busca acentuar su reclamo por las islas en el Mar de China Oriental y el Mar de China Meridional. En este último, seis países (Malasia, Brunei, Vietnam, Taiwán, Filipinas y China) tienen reclamos conflictivos donde se cruzan las fronteras marítimas. En el nuevo mapa oficial de China, que se hizo en junio del corriente año, se resaltaron las aguas cuestionadas más que en los mapas anteriores, con el dicho de que están diseñados para el público chino, aunque este nuevo mapa indica que China reclama más del 90% de la zona del Mar de China Meridional. Filipinas en su momento exhibió 60 mapas antiguos de Asia en Manila que se remontaban al año 1136 y sostuvo que ninguno de ellos respalda el reclamo de China hacia ninguno de los territorios marítimos ubicados más allá de la isla Hainan.

Se encuentra particularmente en riesgo el cardumen de Scarborough sobre la costa de Filipinas, donde se atraparon, en el año 2012, a pescadores chinos que estaban pescando ilegalmente. Además, se puede observar en fotos recientes que China ha estado excavando arena para construir una pista de aterrizaje en el Fiery Cross Reef y ha reclamado 2.000 acres de mar en la Isla Spratly, a pesar de que no hay nada nuevo con respecto a la creación de islas artificiales. China asegura que sólo están realizando un trabajo de construcción en las islas que, de alguna manera ellos poseen físicamente, argumentando que otros países como Vietnam tienen actividad sobre más islas que China.

China también se encuentra en un debate con Japón por las islas Senkaku/Diaoyu del Mar de China Oriental, y de esta manera, una vez más pone en riesgo los recursos marítimos. Además, Japón tiene demandas con Rusia por las islas del sur de Kurile, que nunca se resolvieron luego de que finalizara la Guerra del Pacífico en 1945.

Otro cambio geoestratégico, luego del fin de la Guerra Fría, es la reciente participación de India en esta creciente alianza contra China, además de su continua disputa fronteriza con Beijing en el Himalaya, con ambos países que publicaban mapas que mostraban las zonas en disputa como parte de su propio territorio.

Detrás de estas fronteras cuestionadas crece la militarización de la región debido a que los países expanden sus presupuestos militares y compran nuevas herramientas de combate o construyen sus propias embarcaciones y submarinos. Tanto China como India están construyendo submarinos de misiles balísticos (por su sigla en inglés SSBN, Submarine Ship Ballistic Nuclear) y portaaviones que transportan misiles, mientras la India anhela tener una flota de 200 embarcaciones para el año 2027. Inicialmente, sus submarinos provenían de Alemania y Rusia pero, en la actualidad, se está debatiendo la compra de submarinos a Francia. Malasia tiene dos submarinos de la clase Scorpene que fueron construidos por la Compañía francesa DCN y la empresa española Navantia mientras, Corea del Sur, que también se ve envuelta en una disputa territorial con Japón por las Rocas de Liancourt en el Mar del Japón (aquí, están en riesgo las áreas de pesca ricas), cuenta con nueve tipos de 214 submarinos, traídos de HDW GMbH de Alemania en Kiel. Los submarinos de Singapur son suecos, mientras tanto Vietnam compró a Rusia tres submarinos de clase Kilo (con tres o más a la orden) y ordenó cincuenta misiles para el ataque terrestre con un rango de 300 kilómetros. Tailandia, Bangladesh y Pakistán han pedido submarinos de China.

Además de incrementar el presupuesto militar, el Primer Ministro militarista japonés, Shinzo Abe, ha persuadido a su Gabinete para que permitan a la Fuerza de Autodefensa de Japón que participe en operaciones militares para proteger a sus aliados, una política que fue anteriormente prohibida por el Artículo 9 de la Constitución de la Paz de 1947 impuesto a la fuerza a Japón por parte de los Estados Unidos una vez terminada la guerra. Además levantó la prohibición de la exportación de armas y, en mayo del corriente año, Japón recibió su primera exhibición internacional de armas posterior a la guerra, organizada por la compañía de seguridad británica, MAST. En junio, un avión de vigilancia, P3-C Orion y un avión filipino volaron por encima del Mar de China Meridional de manera ostensible como práctica para la potencial coordinación humanitaria, mientras los ingenieros japoneses asisten a los filipinos en la construcción de una base naval en la isla Palawan que da al Mar de China Oriental. Aquí, China reclama las islas que se encuentran cerca de Filipinas mientras asegura que las mismas siempre le pertenecieron.

Japón se encuentra trabajando también para fortalecer su alianza con los Estados Unidos y Australia. Participa de una licitación para la construcción de la próxima generación de doce a quince submarinos pertenecientes a Australia, a pesar de que su principal cuestión doméstica es que los submarinos son construidos en el sur de dicho país. Aquí, la Corporación de Submarinos Australiana tiene 2.000 trabajadores que dependen de nuevas órdenes y la tasa de desempleo es un tema estatal serio. Para fortalecer la alianza con los Estados Unidos, 2.500 personas que forman parte del Cuerpo de Marines están siendo rotados a través de la ciudad portuaria del norte de Darwin de manera que constituya una especie de planta acuática o una base irreal que forma parte del eje del Pentagono a Asia. Al mismo tiempo, siguen los juegos de guerra combinados con la Operación Talismán Sabre que se encuentra en curso en la actualidad en Queensland y el Territorio Norteño y en el que participan 30 mil tropas de los Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda. Este ejercicio se lleva a cabo cada dos años durante veinte días. Los grupos pacíficos locales, en los que se incluyen las Quaker Grannies, que realizaron un té en el campo de entrenamiento, han organizado protestas, y varios activistas han sido arrestados. Como era de esperarse, Australia, al igual que otros aliados norteamericanos, ordenó hasta 75 nuevos programas Joint Strike Fighters en los que participó Lockheed-Martin F-35 a pesar de los problemas tecnológicos que tuvo su desarrollo. Algunos de los comentaristas norteamericanos han pronosticado una guerra contra China dentro los próximos diez años, mientras tanto, China se ve a sí mismo reafirmando su rol histórico de Reino Medio luego de dos siglos de humillación nacional. Lo cierto es que la modernización de la fuerza rápida de muchos países de la zona conducirá a una creciente inestabilidad, y a diferencia de Europa, el movimiento pacífico existe solo en algunos pocos países como Japón, Australia, Nueva Zelanda y, de forma limitada, en Corea del Sur y la India.

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