Éxodos de un País en Guerra ...esta amarga vivencia cotidiana...

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El Desplazamiento Forzado en Colombia ha sido propiciado por las fuerzas militares oficiales e ilegales, como por paramilitares y guerrilleros. Para nosotros es la estrategia que viene a sustentar la violencia estructural en un conflicto armado interno o guerra irregular. Sin embargo poco se hace frente a tal secuela generada por la Guerra, un ejemplo de ello son los efectos del desplazamiento, las formas de vulneración que a mujeres, jóvenes y niños se les deben prevenir, además de garantizar los derechos que como victimas del desplazamiento forzado tienen.

En un país rural como Colombia los campesinos se han convertido en objetivo militar, sus tierras en intereses estrategicos para multinalcionales y sus hijos en la carne del reclutamiento para los diferentes ejércitos legales e ilegales. Obligando estas situaciones cotidianas del campo, a migrar a las ciudades inacabadas, ciudades pobladas por miles de desplazamientos masivos desde los años 50, las cuales también son ciudades contenidas, pues es a donde van a parar los desarraigados, en las periferias o barrios populares.

La violencia no es un hecho natural, es el reflejo de relaciones de poder desiguales. Para el caso de las mujeres, los jóvenes y la niñez esa violencia se ha encontrado justificada tanto en el ámbito cotidiano como por el medio académico. Esta justificación se encuentra sustentada en ideas como la inferioridad de la mujer, la dominación masculina tanto en lo sexual como en la imposición de reglas y decisiones, y la discriminación de genero en el ámbito privado y público.

Ahora bien, nadie esta preparado para el desplazamiento. La militarización y este éxodo de todas las generaciones en Colombia desde los años de 1930 y la primera violencia, son nuestra historia de impunidad, de los asesinatos por obtener resultados, en un conflicto armado interno que tiende a prolongarse y aumentar más la brecha de las desigualdades sociales que lo engendraron. Miseria, lágrimas, dolor, muertes, campo, intereses, compras, negocios, miedo, terror, ataques, hostigamiento, humillación, zozobra, hambre, armas, balas, guerras, conflictos, odio, rencor y venganza son los grandes móviles que mueven el destierro y un Éxodo, convertido en una constante y amarga vivencia cotidiana.

La población desplazada en Colombia por la violencia desde 1985 alcanzó en 2008 los 4,3 millones de personas, lo que consolida al país suramericano como el segundo del mundo con más refugiados internos, sólo superado por Sudán, con 4,9 millones1.

En el 2007 según CODHES se registraron 305.683 personas desplazadas, en el 2008 registraron 380.863 personas como desplazados. Así que, el desplazamiento forzado es la muestra de que no hay ningún interés con acabar con la guerra, además que en este país se desplazan muchas más personas de las que se tiene el registro o la denuncia como desplazado, pues a simple vista podrían ser más de 400.000 pobladores sólo para el 2008. Sin dejar de criticar que sólo si los pobladores tienen un documento que los certifique como desplazados, el gobierno los reconoce como población “vulnerable”2.

Pero no sólo es el hecho del desplazamiento del campo a la ciudad. Este fenómeno que va creciendo cada vez más, se llena de matices; por ejemplo el del desplazamiento dentro de las mismas ciudades que han generado para el caso de Medellín en los últimos veinte años los Paramilitares y la Fuerza Pública en Invasiones, barrios marginales, zonas de alto riesgo no recuperable y comunidades populares. Algunas de las zonas más golpeadas por el desplazamiento forzado y el desplazamiento dentro de las ciudades son la centro oriental – barrios la cruz, la honda, Altos de la torre, el Pacifico-, centro occidental – toda la comuna 13: barrios las Independencias 1 y 2, el Salado, Belencito, Nuevos conquistadores- nor – oriental - San José la cima, Bello oriente, carpinelo, Santo Domingo, el Pinal- y nor occidental – pedregal, picacho y picachito-.

Otros de los matices del que se llena este éxodo son los efectos del desplazamiento en la vida de las personas: el desarraigo, la condena a una forma de vida citadina, la pérdida de la memoria y la cultura colectiva; la carga y las múltiples violencias contra mujeres, ancianos, jóvenes, niñas y niños, para terminar con la vivencia de la ciudad no ajena al conflicto armado y a las hostilidades y estigmatizaciones de las personas que se desplazan, hechas por los habitantes de la ciudad “receptora”.

La Red Juvenil desde el propósito de Movilización Popular y Red de Organizaciones Comunitarias ROC se acerca a comunidades que habitan en barrios periféricos, con el fin de que se organicen y luchen por obtener una vida digna en la ciudad. Este es el caso del trabajo que se hace en las comunas 3, 8 y 13 -las más afectadas por el desplazamiento forzado en Medellín- en la Cruz, la Honda, Golondrinas, Altos de la Torre, el Pacifico, Llanadas, Miradores de Calasanz, las Independencias II y en Nuevo Amanecer, corregimiento de Altavista. Asentamientos, invasiones, barrios receptores y construidos por desplazados, en los cuales no ha existido agua potable, redes de alcantarillado y vías de acceso. Hay hambre, desempleo, altas tasas de crecimiento demográfico, un alto numero de familias desconectadas de los Servicios Públicos Domiciliarios y violencias propiciadas por las bandas, los desmovilizados, los paramilitares, la policía y el ejército.

De igual forma la Red Juvenil se acerca a procesos campesinos del departamento de Antioquia, que desde el fortalecimiento de una red de productores de agricultura orgánica, el comercio justo y la eliminación de intermediarios, llamada Raíces posibilitan que las poblaciones de Caramanta, Tamesis, Santa Barbara, San Luís y Andes sean menos vulnerables a desarraigos colectivos, a los intereses de las multinacionales en estos municipios, a la pérdida de su tierras e identidad rural3.

Las historias son millares pero la forma es la misma. Señora usted se tiene que ir de aquí con su familia. Este terreno es privado aquí no pueden vivir. A mi esposo lo mataron porque no le gustaba vivir juntándose con los que manejan la violencia, un día amaneció muerto y a mis hijos y a mí me obligaron a salir de nuestra casa y del barrio. Esa violencia y esas balaceras todos los días, que mataban a todos, menos a los que tiraban las balas me obligo a salir, yo ya no aguantaba estar debajo de la cama, con miedo de que una bala atraviese la pared. Nos tuvimos que ir del campo porque a nuestros hijos se los querían llevar primero el ejército, después los otros. Como mi hija jugaba, pintaba y paseaba con las niñas y niños de por aquí, para que no se fueran a juntar con los de los grupos armados, la apuñalearon los de por aquí, no para quitarle la vida sino para hacerla ir de aquí.

La mayoría de la población desplazada son mujeres, viudas con el dolor de la pérdida de su compañero y como única pertenencia la de sus hijos e hijas. “Las mujeres desplazadas terminan siendo entonces las responsables de la supervivencia económica y emocional de la familia, mientras que los hombres-sobrevivientes- se distancian y se refugian en el alcohol, esa necesidad de sobrevivencia con frecuencia lleva a la prostitución en medio de un total desconocimiento de la sexualidad4”.

El campesinado se ha convertido en un objetivo militar, sus hijos en muertos, ejecuciones extrajudiciales y soldados de mi pueblo, sus hijas en las mujeres de militares y trabajadores de los megaproyectos, sus terruños en botín de guerra para concentrar y privatizar a Colombia; el despojo de las tierras se debe a la necesidad de concentrarla para entregar nuestro paraíso a trasnacionales que explotan los recursos naturales, en nombre del desarrollo y el crecimiento económico que se requiere sin habitantes5.

Para mencionar el interés estratégico del norte y el nordeste antioqueño, en cuanto a megaproyectos relacionados con la energía hidroeléctrica por el grupo EPM, la ganadería de los terratenientes y paramilitares y los cultivos de coca, tenemos que el conflicto por las tierras hizo que de estos territorios llegaran centenas de desplazados a la ciudad de Medellín desde hace por lo menos 30 años y que ese desplazamiento no haya cesado.

En los años 90’s los campesinos del nordeste, Magdalena medio y Santander se desplazaron, más de 40.000 familias abandonan sus tierras obligados por el conflicto librado entre actores armados ilegales por controlar el corredor y la producción de coca. Este desalojo de la población rural de sus minifundios es para la siembra de cultivos ilícitos a través de la tala de bosques hacia la ampliación de la frontera agrícola, la ganaderización y la explotación de los recursos hídricos, minerales y maderables, y, a si mismo a favor del capitalismo, el deterioro ambiental y la estrategia de guerra impuesta por las multinacionales contra los pobladores. A continuación una cita de la agenda política del movimiento agrario en Colombia.

Consideramos que el tratamiento nacional e internacional que se aplica actualmente en Colombia a los cultivos de uso ilícito es una estrategia de copamiento político, militar y económico de los territorios campesinos, que favorece principalmente a empresas multinacionales ligadas a la guerra y otros sectores de la economía mundial 6

La forma en que se producen los desplazamientos y el rol del gobierno a favor de las multinacionales y contra los pobladores, lo podríamos resumir con el ejemplo del Municipio de Antioquia Ituango, en el cual esta proyectado construir la hidroeléctrica Pescadero – Ituango por parte de la Gobernación de Antioquia y el grupo EPM desde los años de 19807. En esos años estos territorios son minifundios de pobladores donde la ausencia de Estado es evidente por la proliferación de grupos armados insurgentes y la insatisfacción de necesidades básicas; en los años 90's a la par de los estudios para generar energía se intensifica el conflicto con la presencia de los paramilitares, los cuales van a cometer crímenes de lesa humanidad como: obligar a desplazarse a muchas familias, los hostigamientos y la masacre a los habitantes de la vereda el Aro en 1998.

De ahí en adelante el municipio de Ituango es controlado en el casco urbano por la fuerza pública y los paramilitares, mientras que en las zonas y veredas alejadas y desoladas se vive un estado de zozobra, soledad y confrontación armada. En el 2008 después de la supuesta desmovilización de los Paramilitares y de no detectarse en años la confrontación o hechos violentos de gran impacto con frentes guerrilleros, explota un artefacto, causando algunas muertes y varios heridos. El presidente del país acusa a las FARC como autores del atentado, lo que no deja de ser dudoso, pues al parecer más que un ataque, parece un simulacro que valida la necesidad de incrementar el pie de fuerza en el municipio, debido a que este suceso ocurrió después de que se declarasen 7 veredas de Ituango como zona de utilidad pública para el megaproyecto Pescadero y se empiecen las carreteras y vías de acceso para el proyecto de generación hidroeléctrica, el cual debe de estar listo al 2017.

Género y desplazamiento

Ahora con el fin de ir cerrando este panorama expandido del Éxodo Colectivo, abordaremos los efectos diferenciados por genero del desplazamiento forzado. La Corte Constitucional ante numerosos casos de mujeres victimas del desplazamiento forzado, emitió el auto 092 donde realiza un análisis de impacto diferenciado, en el cuerpo y la vida de las mujeres producido por el desplazamiento forzado en una sociedad patriarcal, donde las violencias contra las mujeres son históricas. Algunos de los efectos, los riesgos y las otras formas de vulneración son:

  • La violencia y el abuso sexual, incluida la prostitución forzada, la esclavitud sexual o la trata de personas con fines de explotación sexual.
  • La violencia intrafamiliar y la violencia comunitaria por motivos de género
  • El desconocimiento y vulneración de su derecho a la salud y especialmente de sus derechos sexuales y reproductivos a todo nivel, con particular gravedad en el caso de las niñas y adolescentes pero también de las mujeres gestantes y lactantes.
  • La asunción del rol de jefatura de hogar desde la mujer sin las condiciones de subsistencia material mínimas requeridas por el principio de dignidad humana, con especiales complicaciones en casos de mujeres con niños pequeños, mujeres con problemas de salud, mujeres con discapacidad o adultas mayores
  • Obstáculos agravados en el acceso al sistema educativo
  • Obstáculos agravados en la inserción al sistema económico y en el acceso a oportunidades laborales y productivas
  • La explotación doméstica y laboral, incluida la trata de personas con fines de explotación económica
  • Obstáculos agravados en el acceso a la propiedad de la tierra y en la protección de su patrimonio hacia el futuro, especialmente en los planes de retorno y reubicación
  • Los cuadros de discriminación social aguda de las mujeres indígenas y afrodescendientes desplazadas
  • La violencia contra las mujeres líderes o que adquieren visibilidad pública por sus labores de promoción social, cívica o de los derechos humanos
  • La discriminación en su inserción a espacios públicos y políticos, con impacto especial sobre su derecho a la participación
  • El desconocimiento frontal de sus derechos como víctimas del conflicto armado a la justicia, la verdad, la reparación y la garantía de no repetición
  • Los especiales requerimientos de atención y acompañamiento psicosocial de las mujeres desplazadas, que se han visto gravemente insatisfechos
  • Los problemas específicos de las mujeres ante el sistema oficial de registro de la población desplazada, así como ante el proceso de caracterización
  • Los problemas de accesibilidad de las mujeres al sistema de atención a la población desplazada
  • Una alta frecuencia de funcionarios no capacitados para atender a las mujeres desplazadas, o abiertamente hostiles e insensibles a su situación.
  • El enfoque del sistema de atención a la población desplazada, que descuida la atención de un altísimo número de mujeres desplazadas que no son cabezas de familia
  • La reticencia estructural del sistema de atención a otorgar la prórroga de la Atención Humanitaria de Emergencia a las mujeres que llenan las condiciones para recibirla.

Conclusiones

La militarización es el mecanismo que usa el gobierno de turno, más los grupos contra-insurgentes para intimidar, hostigar, amedrentar y desterrar por medio de la imposición del miedo a los dueños de los territorios y realizar la “contrarreforma agraria” y abrir paso al modelo de “desarrollo” y progreso, para las multinacionales.

Los lugares de mayor desplazamiento generalmente “coinciden” con lugares ya elegidos para exploraciones mineras, petrolíferas, o lugares de abundantes recursos Naturales. Así el desplazamiento es una herramienta útil a la violencia estructural y al interés de entregar al país, en nombre del crecimiento económico y la productividad a trasnacionales, las cuales exigen la presencia de la fuerza pública en las zonas de intervención de los proyectos y además contratan empresas de vigilancia, pagan “vacunas” a grupos paramilitares con el fin de desplazar y asesinar a líderes y organizaciones que se oponen a sus intereses de privatización.

El fenómeno del desplazamiento evidencia dos visiones del mundo, la de los campesinos, indios, negros, donde la tierra es la vida, la casa, la madre y el sustento de su historia como comunidades, y de otro lado la tierra como fuente de riqueza, progreso y explotación individual, es decir, la tierra es el medio para “el bienestar” de unos pocos.

La máscara de la indiferencia frente a este horror del desplazamiento es la principal arma que ha construido el capitalismo y el Estado para mantener a los pobres alienados y como carne de cañón, insensibles y sin movilizarse ante macabro asesinato y forma de imponer el terror.

Los mecanismos de defensa y prevención de la vulneración a los derechos como víctimas y desplazados son cortinas de humo a fenómenos generados por la inversión y el gasto militar en una guerra, que lo único que brinda a la población no combatiente es una atención momentánea y asistencial.

La proliferación de normatividad no ha garantizado que los derechos de la población desplazada sean garantizados, por el contrario parece que los programas para la atención optan máz
s por reubicarlos en la ciudad que por procurar el retorno.

Hacemos un llamado y exigencia por la protección integral a las mujeres y los efectos diferenciados de género propiciados por el desplazamiento forzado, debido a que las mujeres son triplemente victimas. Primero el trauma producido por los hechos violentos; la pérdida de sus bienes y el entorno conocido en lo rural. Y tercero, el desarraigo social que implica venir del campo con un “mundo” domestico estrecho, a un medio urbano amplio, desconocido y hostil. Esta situación nos hace sustentar que la violencia contra las mujeres es histórica y que el fenómeno del desplazamiento viene agudizar una situación de violencia ya vivida, sobre todo en el ámbito domestico.

El desplazamiento forzado en Colombia es un magnicidio generado por una guerra, es un crimen de lesa humanidad cuyo responsable principal es el Estado y los gobiernos, es la fiel muestra de la desaparición matutina de los derechos fundamentales y colectivos.

Red Juvenil de Medellín

Notas
1) En linea: http://www.telecinco.es/informativos/internacional/noticia/914028/914028. La población desplazada en Colombia alcanza los 4,3 millones de personas. | 21:31 h. Agencia EFE.
2) En linea: www.semana.com/noticias-problemas-sociales/codhes-crecio-numero-persona…... 24 abr 2009 16:24:14. Ver para consultar: http://www.codhes.org/
3) Es importante decir que en la ciudad de Medellín hay organizaciones aliadas y conocidas por la Red Juvenil que trabajan con poblaciones desplazadas como el grupo Contracorriente, la Corporación Región y la Asociación Campesina de Antioquia ( ACA). Esta última Asociación acompaña a procesos organizativos campesinos y ha contruido dos estrategias frente a esta viviencia. La primera es la de vida digna y garantias de los derechos a los desplazados que se quieren quedar en la ciudad y el Retorno de los campesinos a sus pueblos; algunos de los retornos que acompañan son el de San Francisco y Angelopolis, al oriente y sor occidente antoqueño, respectivamente. Además la ACA hace parte de la coordinación nacional agragria CNA, de la cual hay una coordinación nacional de Desplazados CND. Ver: Desplazamiento forzado y problemática agraria. http://www.acantioquia.org/
4) MEERTENS, Donny. Mujer y violencia en los conflictos rurales. Revista Análisis Político. Nº. 24, ene. – abr. de 2001, pp. 40-57.
5) http://prensarural.org/ En este portal de noticias de las organizaciones campesinas en Colombia se podrá constatar como el campesinado es hostigado, amenazado, ultrajado, reprimido y encarcelados sus líderes, pues el fin es no permitir que las personas se concientizen y se organicen en pro de sus comunidades y los derechos de los pueblos.
Los planes de guerra están en total concordancia con las vías, explotaciones y construcciones necesarias para asegurar el libre comercio de las trasnacionales extranjeras, especialmente las de E.U en Colombia. Para el caso tenemos “DynCorp y su filial Tagle Aviation Service and tecchnology EAST; ARINC (Sistemas de Reabastecimiento de Combustible para las Pistas de Aterrizaje); Lockheed-Martin (asistencia a los helicópteros de combate y a los aviones de transporte de tropas); Grupo Rendon (apoyo a la difusión del Plan Colombia); ACS Defensa (asesoría al personal de la embajada vinculado con el Plan Colombia); Northrop (manejo de radares para espionaje aéreo y entrenamiento para “operaciones especiales”); Maritech, TRW, Matcom y Alion (empleo de tecnologías para fotografiar desde el espacio e interceptar las comunicaciones y analizarlas)”. En linea: http://www.indepaz.org.co/xsys/mambost/editors/tinymce/#_ ftn9. Octubre 24 de 2006.
6) Plataforma política del Coordinador Nacional Agrario de Colombia C.N.A. Pág 58 . 2008, Popayán, Colombia.
7) Algunas de las empresas parte del sector de la energía hídrica, que son fieles ejemplos de trasnacionales , las grandes generadoras hidroeléctricas de energía al 2007; la empresa Endesa de España, con sus filiales pro-activa, Emgesa y central hidroeléctrica Betania en Colombia, la cual genera el 28.1% del total de la hidroelectricidad en Colombia; en compañía de Unión Fenosa -de España- y su filial EPSA en Colombia poseen el 51% de la generación de energía eléctrica (22,9%); EPM con sus hidroeléctricas en el oriente antioqueño y sobre el río Porce, con una capacidad de generación de 25.9% otras hidroelectricas son ISAGEN y AES de EE.UU con su hidroeléctrica Chivor al noroeste de Bogotá, la cual genera 10.6%.

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