Especulador de la guerra del mes: Poongsan

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Jarron Kamphorst, Centre Delàs d’Estudis per la Pau

¿De dónde vienen nuestras monedas de Euro? Ya que pagamos cada día con ellas, esta no es una pregunta en la cual se piensa inmediatamente. Sin embargo, hay una historia detrás de ello. El día 24 de marzo el programa de televisión holandés Keuringsdienst Van Waarde (KVW) trasmitió un episodio acerca del tema y llegó a una conclusión bastante inquietante. La compañía surcoreana Poongsan Corporation que también fabrica bombas de racimo, produce gran parte de los cospeles para el Euro. Lo cual significa que sus socios comerciales europeos indirectamente contribuyen a la producción de estas bombas que están prohibidas por una convención internacional.

En su informe anual de 2015, Poongsan declara que ‘como un reconocido productor de monedas de Euro, Poongsan no solo sigue suministrando cospeles al mercado de la Unión Europa, sino que ha ampliado su alcance con los cospeles de Euro eslovenos en 2006, los cospeles chipriotes en 2007, los cospeles letones en 2013 y las monedas lituanos en 2014.’ En el mismo informe Poongsan menciona que las ventas totales sobre el año 2015 constituyeron unos 1.700 millones de Dólares de los cuales uno 36,8% fue ganado por la división de productos de defensa (correspondiendo con 625,6 millones de euros). Además, se escribe que ‘Los productos de defensa de Poongsan incluyen municiones usadas en armas ligeras y pequeñas, cañones antiaéreos, morteros, obuses, cañones de tanques, cañones sin retroceso y cañones navales.’ Estas cifras inquietantes indican que Poongsan no es ‘el nuevo chico de la cuadra’, en cambio es un pez gordo tanto en la industria de cospeles como en aquella militar.

Lo que Poongsan olvidó mencionar en el informe anual y en el catálogo online inglés, es que también produce bombas de racimo. Un tipo de bomba con bombas más pequeñas adentro que explotan cuando alcancen la tierra y que fue creado originalmente para causar la mayor cantidad de victimas posible. Incluso civiles. Una bomba que fue prohibida por una convención firmada en Dublín en mayo de 2008 debido a las graves consecuencias humanitarias que conlleva. Casi todos los países de la Unión Europea son firmantes de la convención, aunque hay varios países que no firmaron el tratado, entre los cuales Correa del Sur. En el Artículo 1 de la convención se especifica que ‘cada Estado Parte se compromete a nunca, y bajo ninguna circunstancia ayudar, alentar o inducir a nadie a participar en una actividad prohibida a un Estado Parte según lo establecido en la presente Convención.’ Esto significaría que hacer negocios con una corporación que fabrica bombas de racimo es un incumplimiento del tratado.

En The Cluster Monitor de 2015, Corea del Sur está mencionada como un productor conocido de bombas de racimo y que se sabe que desde el año 2000 el país asiático exporta este tipo de municiones. En el informe se puede leer que ‘en marzo de 2015, Correa del Sur incluso declaró que no transmitiría ninguna información en cuanto a las exportaciones de bombas de racimo y expuso que “La República de Correa no ha establecido una política moratoria”, acerca de exportaciones futuras.’ Esta declaración constituye una negligencia absoluta de normas internacionales y una falta de transparencia total.

PAX for Peace, una organización holandesa que promueve la cultura de paz específicamente incluye Poongsan en su ‘lista de bandera roja’. Expone que se sabe que la corporación produce K305, K308 y K310 155 mm proyectiles de artillería (todos bombas de racimo) después de mayo de 2008 y que no hay prueba que desde entonces han dejado de producirlos. Ni Poongsan renunció públicamente a la producción y por eso tiene que ‘ser evitado hasta que cambie (públicamente) su política.’

Por teléfono Poongsan no quería confirmar a qué países suministra cospeles por ‘acuerdos confidenciales con sus clientes.’ Un comentario extraño visto que Poongsan sí comparte esta información en su informe anual cuando declara que Eslovenia, Chipre, Letonia y Lituania son algunos de sus clientes. Y en el episodio del KVW, empleados de Poongsan mientras que están filmados en una feria comercial en Berlín dicen que Poongsan también hace negocios con Francia, España, Portugal y los Países Bajos. Aunque después de la emisión, la Real Casa de la Moneda holandesa prometió que no haría más negocios con Poongsan a causa de su papel dudoso en cuanto a la producción de bombas de racimo. Obviamente cuando se les pregunta a Poongsan si fabrican bombas de racimo, mantienen los labios sellados.

Queda una pregunta muy sencilla. ¿Cuándo los países europeos involucrados en actividades de negocio con Poongsan dejarán de colaborar con esta corporación? ¿En cuánta más sangre quieren tener manchadas las manos las casas reales de la moneda europeas? La prueba refleja una imagen muy fea de las partes que colaboran con Poongsan, por no decir más. Pero tras contactar la Casa Real de la Moneda española por teléfono, no quería dar ninguna información acerca de sus proveedores por razones de ‘confidencialidad’. La segunda vez declaró que obtiene los cospeles de varias fábricas europeas, pero el nombre Poongsan no les sonaba. Curioso, visto que los empleados de Poongsan sí se recordaron que España hizo negocios con ellos.

En cualquier caso, debe estar claro que Poongsan ni puede ser un socio comercial potencial para ningún país europeo que ha firmado la Convención sobre Municiones en Racimo, sea España o cualquier otro país. En cambio, deberían seguir el ejemplo de Holanda y no participar más en ninguna forma de negocios con la corporación. Deben dar prioridad a los derechos humanos sobre dinero, porque el dinero de sangre no es una opción.

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