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“Cada bomba arrojada, cada bala disparada tiene que haber sido fabricada en algún lugar y, donde sea que este se encuentre, se le puede hacer frente.”

Smash EDO

Publicado originamente en el sitio web antimili-youth.net de WRI

Activistas de Peace Action Wellington (PAW) organizaron dos días de acciones directas no violentas contra la Conferencia Anual de Armas llevada a cabo en Nueva Zelanda (NZ) el pasado noviembre. Luego de sus protestas pacíficas, 27 activistas -26 de los cuales siguen enfrentando cargos- fueron arrestados y llevados ante el juez. El 18 de febrero, volvieron a juicio, defendiendo su derecho a una manifestación pacífica por la paz y la justicia.

Al enviar nuestros mensajes de solidaridad a los activistas en Wellington, nos contactamos con Valerie Morse de PAW y le preguntamos por su campaña Alto a la Conferencia de Armas, y le hicimos otras preguntas sobre militarismo y el movimiento antimilitarista en Nueva Zelanda.

A destroyed house in Yemen. Photo: wikipedia

El Parlamento Europeo ha votado a favor de un embargo de armas contra Arabia Saudita. La Red Europea contra el Tráfico de Armas (ENAAT por sus siglas en inglés) fue parte del lobby realizado con Miembros del Parlamento Europeo (MPEs) para dictaminar el embargo de armas de fuego a nivel europeo. El lobby incluyó a grupos de Alemania, el Reino Unido, España, Finlandia, Francia, Italia, Suecia, Holanda y Bélgica. Agrupaciones de toda Europa contactaron a MEPs vía Twitter y correo electrónico usando el hashtag #StopArmingSaudiArabia (“Dejen de armar a Arabia Saudita”), y la votación se realizó el 25 de febrero, a pesar de enfrentar una fuerte oposición por parte de la diplomacia saudí, cuyos miembros se reunieron y se comunicaron por escrito con MPEs antes de la votación.

Martin Broek

Las industrias de la defensa que se benefician de las leyes fiscales holandesas son doblemente cínicas. Además de las objeciones éticas de su trabajo, la industria de la defensa está evadiendo los mismos impuestos que son usados por sus gobiernos para mimarlos: para comprar sus productos, subvencionar sus investigaciones y facilitar sus exportaciones.

Al finalizar dicho seminario internacional, tres asistentes compartieron sus reflexiones sobre el encuentro. Léalas a continuación.

Tuuli Vuori

Es bueno estar en Corea del Sur. Vengo de un país donde todavía sigue vigente la conscripción y he dedicado la mitad de mi vida a trabajar en asuntos relacionados con la objeción de conciencia. Ese es uno de los motivos por lo cual es muy especial estar en Seúl, pues he escuchado muchas cosas sobre las campañas que han estado haciendo aquí nuestros amigos surcoreanos.

De todas formas, la guerra y sus negocios no son mi área más fuerte, por lo que aprendí mucho durante este seminario. ¡Gracias por traer oradores destacados tan interesantes y por los talleres!

En este seminario, abordamos las consecuencias que tiene la especulación bélica en la vida de las personas. También nos centramos en las estructuras amplias y oscuras de la guerra y sus negocios. A veces, esas estructuras me hacen sentir muy pequeña.

La guerra se sirve de raíces profundas, y deja enormes legados. Años después de las llamativas detonaciones de bombas y los vehículos blindados dando vueltas, y después de que los fotógrafos hayan recogido sus cosas y se hayan ido a su casa, la violencia está siendo alimentada, nutrida y aprovechada.

Nueva Zelanda es un lugar que a menudo se asocia con su postura de estar libre de armas nucleares y se sitúa en los puestos más altos del índice de paz global. A pesar de un estilo de vida relativamente bucólico, Wellington, la capital de Nueva Zelanda, es sede anualmente de una conferencia sobre armas en el mes de noviembre en la que unos 550 delegados en representación de 165 empresas convergen para una conferencia anual sobre armas.

Jordi Calvo Rufanges

El negocio de la Guerra se explica con el ciclo de economía militar que se basa –como muchos sectores de la economía– en la lógica neoliberal, el mercado libre, la privatización y la reducción de las regulaciones. Esto causa actitudes estrictamente relacionadas con el enriquecimiento personal y la maximización del beneficio económico de la industria de defensa, formando el llamado militarismo neoliberal. Además, el negocio de la guerra va más allá de las armas y del sector de defensa. La guerra necesita muchos recursos, no sólo armas y ejércitos, también logística, transporte, alimentos, limpieza, servicios de interpretación y seguridad privada. También existen guerras de codicia, las cuales no sólo se basan en el poder sino también en los recursos: petróleo, coltán, diamantes y cualquier material que se pueda comprar y vender en el mercado. Los beneficios económicos son parte de la guerra y las guerras se producen para extraer beneficios.

Lexys Rendón

Entre los años 2003 y 2013 mientras en el resto del mundo se experimentaba una ola de crisis económica, América Latina mostraba, en cambio, buenos indicadores económicos. El continente se benefició del llamado “boom del precio de materias primas”, debido a que sus históricos y principales productos de exportación, hasta el día de hoy, son recursos energéticos como el petróleo, el gas, el carbón y otros minerales. En el año 2011, por ejemplo, de las 20 principales empresas de Latinoamerica 13 pertenecían a los sectores petroleros, gasíferos, mineros y siderúrgicos. El dinero que ingresó al conjunto de los países logró disminuir los índices de pobreza en la región. En el año 2012 la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), afirmó que el continente mostraba el porcentaje de pobreza más bajo (28,8% del total de la población) de sus últimos 30 años.
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