Objetoras de conciencia al servicio militar en Israel

Israel es el único estado con conscripción femenina. Shani Werner, una activista de Shministim y de New Profile, revisa la resistencia de las mujeres al servicio militar.

Israel es el único estado en el mundo en el que existe la conscripción para las mujeres. Así mismo, es el único estado en el que las mujeres objetan al servicio militar. No conocemos con exactitud la fuerza de este movimiento porque muchas jóvenes objetan en solitario y, por lo tanto, no las conocemos. Además, el ejército hace lo posible para que estos datos no salgan a la luz.

A diferencia de los varones, que son encarcelados si se niegan a alistarse, la objeción femenina por motivos de conciencia es reconocida oficialmente por el Estado. Las mujeres tienen derecho a ser eximidas del servicio militar, siempre y cuando convenzan a una comisión militar, conocida popularmente como el "Comité de Conciencia", de que su objeción es "verdadera". El derecho a no cumplir el servicio militar por motivos de conciencia es uno de los secretos mejor guardados por el ejército israelí. La mayoría de las personas no son informadas de su derecho a rechazar la conscripción. El ejército israelí no proporciona fácilmente información sobre cómo ejecutar este derecho. Sólo una insignificante mención sobre ello aparece en la información preparatoria enviada a cada posible recluta -si es que aparece-. A las mujeres que preguntan sobre esto en los centros de reclutamiento se les dice que "no existe tal cosa".

El proceso que tienen que seguir las objetoras no es simple. Tienen que pasar por el Comité de la Conciencia que las trata de forma arbitraria e incoherente. En algunos casos, las entrevistas son cortas y triviales. En otros son deliberadamente humillantes y profundamente intimidatorias. Así, jóvenes de diecisiete años tienen que enfrentarse a un comité generalmente compuesto totalmente por hombres mucho más mayores que ellas y sin ningún tipo de asesoramiento legal o apoyo moral. Hasta hace poco el Comité de Conciencia ha desestimado los casos de las jóvenes tras su primera comparecencia, y sólo ha eximido a la mayoría después de haber recurrido esa decisión y tras una segunda comparecencia. Sin embargo, muchas mujeres no han sido informadas de la posibilidad de recurrir.

El New Profile Movement ayuda a las objetoras de conciencia ofreciéndolas información detallada sobre esta materia. Esta organización está formada por Moran Cohen, objetor de conciencia, y Yossi Wolfson, abogado, así como por una red de asesores que les proporciona la información que necesiten y apoyo personal.

Actualmente, cada vez más mujeres jóvenes reciben información sobre la objeción de conciencia y muchas de las que se presentan ante la comisión militar son declaradas exentas.

Aunque el ejército israelí declara exentas a las mujeres objetoras con relativa facilidad si lo comparamos con el trato que reciben los varones, dar este paso no es fácil. Cada mujer que objeta debe enfrentarse a la manera en que la criaron y a un ambiente en el que a menudo la gente se ofende por ello y no puede entenderlo.

Además, el hecho de que para las mujeres sea más fácil librarse que para los hombres es el resultado directo de su estatus de inferioridad en el ejército y en la sociedad israelí en general. Las mujeres son eximidas ya que no son importantes, como si no pudieran ser lo que ejército busca: un soldado de combate. Por consiguiente, su rechazo una apuesta personal valiente que no es sencilla de asumir en absoluto- es "insignificante", no aparece en los medios de comunicación y es invisible para la opinión pública.

Sin embargo, la voz de las objetoras de conciencia se está empezando a oír hoy más que nunca. En el pasado algunas mujeres se casaban a los dieciocho para evitar el servicio militar (en Israel las mujeres casadas están exentas) mientras que otras se declaraban religiosas (también exentas del servicio militar). Hace unos años la mayoría de las mujeres no conocían su derecho a ser declaradas exentas por motivos de conciencia y tampoco se las informaba sobre quiénes podían asesorarlas en el proceso. Más tarde, hubo mujeres que se negaron a cumplir el servicio militar, pero su rechazo no fue tenido en cuenta y no fue "contabilizado", incluso por los movimientos de objeción. En 2001 se publicó una carta escrita por el alumnado del último curso de secundaria, firmada tanto por objetores como objetoras.

A partir de la misma y por primera vez en Israel, las mujeres objetoras comenzaron a tenerse en cuenta.

Hoy se empieza a oír nuestra voz. El ejército y los medios de comunicación israelíes aún silencian y marginan este hecho, pero cada vez más jóvenes mujeres rechazan el servicio militar obligatorio por motivos de conciencia y reciben apoyo y asesoramiento. Los movimientos israelíes de oposición deben elevar las voces de las objetoras y utilizar esto como una herramienta para aumentar la objeción, y como una manera de luchar contra el machismo y el militarismo que dominan la sociedad israelí, una sociedad que subestima la objeción femenina, de la misma manera que subestima servicio militar de las mujeres.

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