El otoño de 2008, activistas de la red antimilitarista sueca Ofog desarmaron 14 lanzagranadas en la planta armamentística de Saab Bofors Dynamics en Eskilstuna. Las dos activistas, Anna Andersson y Martin Smedjeback, fueron condenadas cada una a 4 meses de cárcel por el juzgado comarcal de Eskilstuna. En el mismo juicio, Smedjeback fue condenado también a pagar daños por valor de 155.000 coronas suecas (unos 15.000 euros) por haber trepado la valla de la planta armamentística Aimpoint en Malmoe.