Lluvia de ideas

Duración:

15 minutos como mínimo.

Objetivo:

La lluvia de idea es una dinámica de grupo diseñada para producir una gran cantidad de ideas en una cantidad limitada de tiempo.

Dinamización:

Se hace una pregunta al grupo (por ejemplo, “¿qué es la noviolencia?”) o se propone un tema para el que se necesiten más ideas (“elaborar una estrategia de captación de fondos”). Entonces se pide al grupo que dé el mayor número de ideas y respuestas posibles. Las siguientes directrices ayudarán a producir una lluvia de ideas efectiva:

• Centrarse en la cantidad: cuantas más ideas se generen, más posibilidades de elección.
• No expresar críticas: la crítica, el cuestionamiento y el debate hay que dejarlos aparcados hasta que se termine la lluvia de ideas.

Lluvia de ideas sobre la noviolencia

Hay que intentar llegar a una única respuesta a la pregunta “¿Qué es la noviolencia?” Con la lluvia de ideas, la gente participante puede compartir muchas respuestas a esta pregunta. Se debe intentar hallar el suficiente terreno común para que se pueda lograr una definición final con la todo el mundo pueda estar de acuerdo. Puede ser muy ilustrativo hacer una lluvia de ideas sobre “¿Qué es la violencia?” al mismo tiempo, también tratando de llegar a una definición. Las personas dinamizadora debe fijarse en las palabras clave y comprobar que palabras como “poder” e “indignación” no aparecen solamente en la lluvia de ideas sobre la violencia. Esta dinámica se puede usar para apoyar y dar forma a otras dinámicas, como por ejemplo el juego del barómetro (pXXXX).

• Las ideas inusuales son bienvenidas: para conseguir una buena y larga lista de ideas, se debe animar a la gente a que busque respuestas creativas a un problema.
• Combinar y mejorar las ideas: Las buenas ideas se pueden combinar para formar una idea única mucho mejor.
• La personas dinamizadora debería ser consciente de que una lluvia de ideas normalmente empieza despacio, aumenta la velocidad cuando unas ideas estimulan a otras, y después se vuelve a frenar.

Acabando

Después de que todas las ideas estén expuestas en la pizarra, se pregunta si alguien tiene alguna duda o no está de acuerdo con algo. Se deja espacio para el debate. No es necesario llegar siempre a un consenso después de una sesión de lluvia de ideas. Puede ser mejor poner en orden las respuestas de cara a un debate posterior.