Editorial

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Las instituciones financieras que invierten en productores de armas son también actores principales en el comercio de armas. No es sólo que las instituciones financieras se benefician directamente del comercio de armas, sino que también reducen los riesgos económicos para esas empresas. Por otra parte, dado que los bancos y fondos de pensiones "cuidan" el dinero de la población civil, estos pueden ser objeto de presión ciudadana.

En este boletín hemos informado varias veces sobre los éxitos de la campaña contra las instituciones financieras en Bélgica y sus inversiones en el comercio de armas. Durante el año pasado también grupos en España han ejercido presión sobre un banco, el BBVA. La campaña ha tenido cierto éxito ya que el banco ha declarado públicamente que está cambiando sus políticas - pero esto aún esta por verse.

El Fondo de Pensiones de Noruega es uno de los fondos de pensiones más grande del mundo. Sus criterios de inversión se oponen a la inversión en empresas que fabrican los "componentes fundamentales" de armas – estos son: las ojivas, los motores de cohetes y sistemas de orientación-. También excluye cualquier empresa que esté involucrada en violaciones a los derechos humanos, de acuerdo con el derecho internacional. Estos criterios del Fondo de Pensiones noruego son una referencia útil para otros inversores. Pero, no llegan lo suficientemente lejos. Este año esos criterios son objeto de revisión, y el Fondo de Pensiones ha invitado a la sociedad civil a aportar en esa revisión. Los miembros de la Asociación Noruega por la Paz formulará recomendaciones para cambios en esos criterios, y les gustaría recibir sugerencias. Una importante recomendación debe incluir el papel de las inversiones financieras en la fabricación de armas para poner un final a estas inversiones.

En esta edición leerás sobre el nuevo tratado sobre las municiones de racimo. Si bien el tratado es un paso importante para lograr la prohibición de las municiones de racimo, una vez más las campañas no han logrado su objetivo de prohibir la inversión en este tipo de municiones.

Incluir a los inversores en el comercio de armas tanto en los criterios del Fondo de Pensiones noruego y en el Tratado de Municiones de Racimo sería un gran paso adelante. Sin embargo, la clave de todos estos cambios es el proceso continuo de hacer al público más consciente de los tentáculos del negocio de la guerra.

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