Campaña Internacional detiene exportaciones de armas de Corea del Sur

Por Emily Masters, impreso originalmente en 'Peace News'

Después de una operación de cuatro meses, la campaña internacional Stop the Shipment logró detener un cargamento de más de un millón de latas de gas lacrimógeno para Bahréin el 08 de enero.

El gobierno de Bahréin ha usado gases lacrimógenos para reprimir manifestaciones pro-democracia desde que la Primavera Árabe se extendió hasta el estado del Golfo en febrero de 2011.

Un informe de 2012 de Physicians for Human Rights (PHR) encontró que “los oficiales encargados de hacer cumplir la ley en Bahréin violan sistemáticamente todos los principios de la ONU” en su “inusualmente implacable e indiscriminada campaña de usar como armas a los agentes químicos tóxicos, también llamados gases lacrimógenos".

Según PHR, 34 bahreiníes murieron a causa de los gases lacrimógenos y complicaciones relacionadas entre marzo de 2011 y marzo de 2012, y otras cinco personas murieron por disparos de gases lacrimógenos contra la cabeza o el cuello.

No se sabe cuántas personas han muerto como consecuencia de los gases lacrimógenos en los últimos dos años.

Más gas que personas.

En octubre, el grupo de vigilancia estadounidense Bahrain Watch filtró un documento de licitación del ministerio del interior de Bahréin, que muestra la intención del gobierno de comprar 1,6 millones de latas de gas lacrimógeno. Bahréin tiene una población de alrededor de 1,3 millones de personas.

"Cuando vimos este documento, sabíamos que teníamos que actuar para encontrar e impedir el embarque, de donde sea que viniera" dijo Bill Marczak, co-fundador de Bahrain Rights Watch.

La revelación desató una campaña de cuatro meses, gestionada en conjunto por la Campaign Against Arms Trade (CAAT) de Gran Bretaña y la Americans for Democracy and Human Rights in Bahrain.

"Nos fijamos en los principales proveedores de gas lacrimógeno de Bahréin en el momento, que eran una empresa sudafricana y la empresa coreana Dae Kwang Chemical Corporation, dijo Marczak. La compañía de Corea del Sur se convertiría en el principal contendiente en la campaña.

A pocos días de comenzar, Stop the Shipment lanzó un sitio web para que las personas puedan "expresar su descontento", dijo Marczak. Andrew Smith, el coordinador de medios de CAAT, agregó que la campaña multimedia tuvo éxito en articular una campaña internacional.

El sitio permitió a los usuarios enviar mensajes de correo electrónico y faxes pre-escritos para alcanzar en las redes sociales y hacer llamadas telefónicas internacionales a más de 20 funcionarios y fabricantes de armas de Corea del Sur y Sudáfrica. Casi 395.000 correos electrónicos fueron enviados y se realizaron cerca de 50 llamadas.

(El número de llamadas) puede no parecer mucho, pero es muy importante cuando se ve en el contexto de alguien que está en la agencia de licencias de exportación de Corea y recibe una llamada de alguien en Bahréin ", dijo Marczak.

Para exportar un cargamento de armas, una compañía de Corea del Sur debe conseguir una licencia de exportación del programa de adquisición de defensa. DAPA toma en cuenta las relaciones internacionales y consulta con su Ministerio de Relaciones Exteriores, antes de la adjudicación de licencias, y en el pasado, ha permitido envíos. Stop the Shipment ha tratado de poner la mayor presión posible en ambos organismos durante la campaña, de acuerdo con Marczak.

"La forma en que (el embarque) fue finalmente detenido, fue a través de una declaración de la DAPA que decía: "Hemos recibido dos solicitudes de dos empresas coreanas diferentes para exportar gas lacrimógeno para Bahréin y decidimos no concederles la licencia", dijo Marczak. El nombre de la otra compañía aún no se conoce.

Más allá de la página web, la campaña Stop the Shipment incluyó un componente de acción directa. ONG coreanas organizaron protestas frente a la agencia de exportación, mientras que CAAT realizó protestas frente a la embajada de Corea en Londres.

"La idea era crear algo grande y visual", dijo Smith. "Al comercio de armas no le gusta ser confrontado en público." La campaña también trabajó con organizaciones internacionales como Amnistía Internacional para elevar la conciencia global.

La meta era sacar provecho de que Corea va encontrando cada vez más su posición en el escenario mundial. Como tal, el gobierno se preocupa por el prestigio y la reputación internacional de Corea", dijo Marczak. Stop the Shipment atrajo la atención de los medios al hecho de que la empresa Dae Kwang ya había suministrado millones de latas de gas lacrimógeno y planeaba enviar más a Bahréin, Turquía y otros países en que se desarrollan protestas.

"Corea no puede pretender hablar de derechos humanos, mientras que tiene esta empresa que es básicamente una tienda rápida para los gobiernos represivos", dijo Marczak.

Movimientos tácticos

Originalmente, el gobierno de Bahréin se apoyó en sus fuerzas militares, vehículos blindados y fusiles de asalto para acabar con las protestas, dijo Marczak. Con el tiempo, sin embargo, Bahréin pasó a la utilización de su fuerza policial, utilizando gases lacrimógenos y perdigones para reprimir las protestas.

"Es mucho más difícil de defender la represión de las protestas si tienes vehículos blindados y tanques en las calles, porque eso da una imagen muy clara", dijo Marczak. “Pero si tienes a la policía disparando gases lacrimógenos, es muy fácil de decir: Bueno, estamos utilizando armas no letales. Hay unos cuantos accidentes donde los manifestantes mueren, pero estamos haciendo lo mejor que podemos para equilibrar la libertad de expresión con la seguridad." Simplemente le permite al gobierno barrer su represión bajo la alfombra, en el sentido de que la gente no presta tanta atención porque no es algo tan gráfico”.

Después de un mes de campaña, Stop the Shipment añadió un componente legal a su plan, la presentación de denuncias contra Dae Kwang través de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

En diciembre, se presentaron quejas ante cinco relatores especiales de la ONU, "argumentando que el uso de gases lacrimógenos del Gobierno de Bahréin viola las libertades de asociación, expresión y movimiento, y constituye una represión sistemática que equivale a un trato degradante e inhumano y el castigo colectivo”, según un comunicado de prensa de la CAAT.

Marczak cree que el éxito de la campaña se debió a múltiples elementos que presionaron al gobierno de Corea del Sur en diferentes maneras. Y agregó: "creo que las quejas legales fueron un gran paso siguiente, ya que realmente llevó el mensaje de que se trataba de una campaña profesional”.

Los países que actualmente se suministran armas de algún tipo a Bahréin incluyen el Reino Unido, Estados Unidos, Francia, España, Bélgica, Brasil, Alemania y Suiza. Los EE.UU., Francia y España acaban de suspender el suministro de productos químicos irritantes, según un comunicado de prensa del 8 enero de Amnistía Internacional.

'Desde la primavera árabe en el año 2011, el Reino Unido ha autorizado más de £ 30 millones en exportaciones (a Bahréin)", dijo Smith. Estos envíos incluyen rifles de asalto, pistolas y ametralladoras. El Príncipe Andrés viajó a Bahréin a finales de enero de 2014 por la Semana de Gran Bretaña para asistir a una gran feria comercial de armas.

"La razón por la cual Bahréin quiere tratar con el Reino Unido, se debe a que el Reino Unido tiene una gran influencia internacional, y quieren nuestra respetabilidad y el respaldo que viene con el trato con el Reino Unido", dijo Smith. "La lectura que hacemos, (es que) al tratar con la dictadura de Bahréin, les estamos dando mayor legitimidad”.

Con la campaña terminada, CAAT y Bahrain Watch planean seguir trabajando para detener otros envíos de armas a Bahréin y al mundo.

Traducción: Martin Vallarino

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