Estado Islámico, Iraq y Siria: considerando soluciones noviolentas

Christine Schweitzer

En el velatorio de la cumbre de la OTAN en Wales a principios de septiembre, los Estados Unidos forjaron una nueva “Coalición de Disposición” para llevar a cabo operaciones aéreas contra los militantes del Estado Islámico (EI) en Iraq y Siria. Casi 60 estados encabezaron la llamada de los Norte Americanos. Algunos, como Estados Unidos, Gran Bretaña, Australia y Francia, llevan acabo bombardeos; otros, como Alemania, apoyan operaciones entrenando a los Peshmerga o suministrándoles armas.

De nuevo ambas medidas se justifican en fundamentos “humanitarios” y por la “guerra global contra el terror”. Las organizaciones de Ayuda Humanitaria solicitaron que lo que se necesitaba era Ayuda Humanitaria más que “armas humanitarias”, pero hicieron oídos sordos. Y otra vez, como en Kosovo, es la gente de la zona la que lucha y muere – los estados occidentales no están arriesgando sus vidas o las de sus propios soldados, pero bombardean desde una distancia segura en el aire (y probablemente utilizando misiles como los desplegados en Afganistán, Pakistán, Yemen y Somalia). La mayoría de los países exportan armas a los Peshmerga, ignorando la preocupación reivindicada por los observadores. Lanzar más armas a una situación como esta – donde nadie puede asegurar que no caerán en manos del enemigo o se usarán contra otros oponentes distintos a los que los países occidentales tienen en su mirilla. Es mucho más que simplemente jugar con fuego. No debemos olvidar que la mayoría de las armas que utiliza el EI vienen de ayuda militar para un gobierno iraquí cuya Coalición de Disposición se instaló tras la devastadora Guerra de Iraq en 2003, y que el comportamiento general de este gobierno ha sido lo que ha permitido la creación del EI. La organización alemana de paz Federación para la Defensa Social (Bund für Soziale Verteidigung, BSV) publicó una extensa documentación sobre este tema en Agosto, en el cual compartió sus reflexiones sobre posibles alternativas noviolentas para cautivar el EI desde un punto de vista militar. Las siguientes líneas son un extracto de este documento:

  • El EI está ampliamente financiado según consta. ¿Llevan su dinero en sacos? Quizá lo hacen alguna vez. ¿O ha almacenado este dinero junto con las riquezas que ahora dominan en Mosul en cuentas bancarias? Suponiendo esto, ¿a quién pertenecen estos bancos? ¿Hay alguna forma de suspender la financiación del EI manchando su reputación en el mercado internacional armamentístico? El Consejo de Seguridad de la ONU también ha llegado a esta conclusión – Resolución nº 2170 del 15 de Agosto de 2014 amenaza con acciones contra cualquiera que financie al EI, definiendo a la organización en asociación con Al Qaeda.

  • Otra fuente de ingresos recientemente abierta es la venta de petróleo. ¿Quiénes son los compradores? Y aquí, también, ¿esos compradores llevan su dinero en sacos? ¿Mágicamente transportan esos barriles de crudo a su destino, o usan medios de transporte convencionales como carreteras o el mar, o quizás incluso oleoductos?

  • En líneas generales los informes están de acuerdo en que el EI goza de respaldo de una variedad de países Árabes, primero y principalmente los Estados del Golfo. Incluso si no se trata de los gobiernos de esos países sino de personas individuales o familias quienes apoyan los grupos extremistas, debe haber una forma de intervención.

  • ¿Qué pasa con la Liga Árabe y la Organización de Cooperación Islámica? Estos dos cuerpos internacionales podrían jugar potencialmente un rol constructivo dirigiéndose a diferentes facetas de los muy diversos conflictos de la región, de los cuales el EI es la manifestación más violenta. Los temas oscilan desde la cuestión del futuro del gobierno iraquí hasta reestablecerlo en Irán, pasando por desarrollar nuevas iniciativas para mediar en Siria.

  • El EI está reclutando nuevos militantes de forma agresiva, lo que es difícilmente sorprendente dado que debe haber soportando enormes pérdidas, aún sin conocer cifras de mortalidad. ¿No es este un punto de vista a tener en cuenta? ¿Qué hace que jóvenes quieran unirse a una organización yihadista? ¿Un anhelo de aventura, desilusión o grandeza; dificultades económicas; miedo a represalias por parte de los miembros de la familia? El hecho es que el EI parece haber reclutado forzosamente numerosos niños, o al menos así lo ha hecho en Siria, lo que sugeriría que la única opción es lavar el cerebro a su personal de forma masiva para mantenerlos a bordo, a diferencia del Ejército de Resistencia del Señor en el este Africano y otras milicias que hasta el día de hoy cuentan con niños soldado entre sus filas.

  • El líder del EI, Abu Bakr al-Baghdadi es un califa autroproclamado, que en teología islámica significa que cree ser un sucesor de Mahoma. Casi todos los musulmanes fuera del EI disputan esta afirmación. Muchos en los círculos del EI, también, se sienten un poco molestos. Contactar con musulmanes devotos y animarles a declarar públicamente que lo que el EI representa no tiene nada que hacer con lo que la mayoría de los musulmanes entiende por fe islámica es otra forma de agotar el apoyo al EI mediante los medios. (Esto a menudo ya está ocurriendo).

  • Inevitablemente, también habrá luchadores del EI que den la espalda a la organización y renuncien. Ya hay un diálogo de lucha interna. ¿No hay alguna forma de apoyar a estos desertores, económicamente o garantizándoles inmunidad de acusación? Actualmente la mayoría de los gobiernos solo parecen interesados en excluirlos de la sociedad o tratarlos como criminales, ignorando que con esto también cierran la puerta a quienes desearían escapar del EI, habiéndose arrepentido de su decisión de unirse a la organización en primer lugar.

  • Hay comunidades y organizaciones en Iraq y Siria – de hecho Rojova es una región entera (kurda) en Siria – empeñadas en crear una sociedad diferente noviolenta basada en la idea de construir puentes entre comunidades y grupos de interés. La versión entera de este artículo menciona algunos de ellos por su nombre. Historias y comunidades como estas son focos de esperanza que muestran que incluso en regiones en conflicto hay formas y propósitos de acción noviolenta. Admitimos que es poco probable que el cese de hostilidades ocurra de la noche a la mañana, pero desde un punto de vista pacifista solo podemos hacer tangible la diferencia mediante iniciativas políticas y humanitarias como las mencionadas en este artículo.

Otro punto merece la pena aquí. Mientras escribo, los Peshmerga y sus partidarios internacionales parecen haber conseguido un logro militar inicialmente modesto abriendo una ruta para que los refugiados Yazidíes escapen de la guerra. Por supuesto salvar a estas personas es algo que agradecer. Pero es un pequeño logro, y todavía no hay signos reales de que el EI pueda ser derrotado pronto por medios militares. El mismo presidente Obama ha advertido que esta operación puede alargarse varios años. Mientras tanto, el mero hecho de que el EI está resistiendo frente a la coalición encabezada por Estados Unidos la cual para muchos musulmanes es una iniciativa anti-islámica, está puliendo el atractivo del EI y su campaña de terror anti-civiles entre grupos extremistas alrededor del mundo. La “guerra contra el terror” está ayudando nuevamente al nacimiento de nuevas generaciones de terroristas.

También puede asumirse que la “guerra contra el terror” solo fortalecerá la crueldad absoluta de las represalias del EI contra cualquiera que se niegue a unirse a ellos – la guerra siempre provoca violaciones extremas de derechos humanos más fáciles de justificar, y hace más difícil que la gente se pueda resistir al EI. Una resistencia como esta se ha visto en pequeña escala en Siria, como describe la periodista Julia Taleb en un artículo citado frecuentemente (http://wagingnonviolence.org/feature/assad-isis-tale-resistance/). Puede que por suerte, al final del día, serán las personas de la calle – quienes viven donde opera el EI – quienes lo derroten. Pero no por medios militares, o al menos no únicamente de forma militar, sino con resistencia noviolenta. A largo plazo, el EI no será capaz de prosperar sin la cooperación de la gente de las áreas que controla – cuanto más grandes son estos territorios, más difícil resulta. Esto crea un marco en el que pueden asentarse las estrategias de resistencia noviolenta (o defensa civil).

En Siria, los dos años precedentes a la llegada del EI mostraron la inestabilidad de los grupos armados islámicos, cómo la gente se movía entre uno y otro y la facilidad con la que me luchaban entre ellos. Lo mismo ocurre con los Talibanes en Afganistán y Pakistán. La percepción actual de estabilidad del EI puede que también tenga vida corta. Mientras tanto, la “comunidad internacional” debe centrarse en la ayuda humanitaria a los desplazados y refugiados de los países afectados, y debe dejar de añadir leña a los sentimientos racistas y anti islamistas que crecen rápidamente en muchos países occidentales.

Christine Schewitzer, 20 de Diciembre de 2014.

El artículo original en alemán, escrito por Georg Adelmann, Stephan Brües, Ute Finckh-Krämer y Christine Schewitzer en Agosto de 2014 puede descargarse de la web de BSV:

http://www.soziale-verteidigung.de/uploads/tx_ttproducts/datasheet/IS-I…

Translated from the German by Benjamin Lacey and from English inot Spanish by Candela del Mar Nogueroles Marzo

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