Especulador del Mes: CACI

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CACI fue fundada a principios de 1969 como un centro de análisis en California, Estados Unidos. Alrededor de dos tercios de sus ingresos provienen del Pentágono, pero CACI también disfruta del patrocinio de los Departamentos de Seguridad Interna, Comercio, Justicia y Transporte de EEUU. A fines del último año fiscal CACI tenía contratos por aproximadamente 6.4 billones.

La compañía empezó en el terreno de simuladores de programas de software y luego aprovechó la ola de incrementos en gastos federales en información tecnológica y redes. CACI ha crecido hasta ser un negocio de billones de dólares, en parte a través de un programa agresivo de adquisiciones de contratos federales. En años recientes muchas de sus compras fueron compañías que especularon a partir del boom de la externalización de la agencia de inteligencia de EEUU y las ramas de inteligencia de los militares.

Uno de estos negocios hicieron que CACI sufriera un golpe a su imagen corporativa. Esto cuando se informó de las torturas y los abusos que se hacían a los presos en la cárcel de Abu Ghraib de EEUU, en Irak, lo cual salio a la luz en el 2004, con cargos contra interrogadores civiles contratados por CACI. CACI logró evadir demandas por el gobierno federal, pero ahora está enfrentando una litigación civil en las cortes de EEUU en nombre de las victimas de Irak.

Historia

CACI, conocida originalmente como Centro de Análisis de California, fue formada en 1962 por Herb Karr y Harry Markowitz, quienes ayudaron a crear un programa de lenguaje llamado SIMSCRIPT mientras estaban en la Corporación RAND. Una vez que SIMSCRIPT fue lanzada al público, la cual fue diseñada para que los analistas pudieran construir representaciones de actividades complejas como tráfico aéreo y juegos de guerra para el computador, estos dos hombres comenzaron sus propios negocios, vendiendo apoyo y servicios de entrenamiento. Rápidamente ganaron $ USD17,000 por un contrato que diseñó un control de inventario simulado para el control de la marina norteamericana en Mechanicsburg, Pennsylvania.

La compañía, la cual fue una de las primeras que empezó a vender softwares privados, cambia en 1967 su nombre a Centro de Análisis Consolidado Incorporado, y empezó ha abrir sucursales en Nueva York y Washington. CACI salió a la luz en 1968 y luego adoptó sus iniciales como su nombre oficial. Durante 1970 CACI abrió sus oficinas en varios países europeos, mientras en EEUU iba creciendo extensivamente generando relaciones con el Departamento de Defensa y otras agencias federales. Más tarde se posicionó como uno de los proveedores de información del servicio estatal del gobierno de EEUU y de los gobiernos provinciales de Canadá.

Con la caída del trabajo militar una vez terminada la Guerra fria, J.P “jack” London - el gerente de CACI en aquel tiempo - convirtió la compañía en una contratista de sistemas informáticos y de tecnología, enfocándose en el crecimiento del área de redes digitales. En el 1990 CACI también creció a través de adquisiciones, comprando una serie de contratistas federales como Tecnologias IMS. A mediados de la década, CACI había llegado al rango de las 25 contratistas federales más grandes. Por ejemplo sus productos de simulación eran usados por el Pentágono para su Sistema Unido de Guerra. Mientras su sistema de cómo utilizar documentos era usado por el departamento mayor de legislación.

CACI supo manejar la ola del crecimiento de los gastos federales en información tecnológica, para maximizar su acceso a grandes mercados, CACI formó una alianza estratégica con compañías como IBM, Litton, Lockheed Martin, Microsoft, Oracle, Sun Microsystems y Unisys.

CACI entró al mercado de inteligencia en 1998 con la adquisición de QuesTech Inc. Después se cambió el nombre a Tecnologias CACI. Luego compró XEN Corp, una empresa de diseño e ingeniería cuyos clientes incluían agencias de inteligencia. En el 2000 CACI compró la mayor parte de las acciones de una compañía especialista en inteligencia relacionada con el gobierno, Tecnologias Century. La compra de Premier Technology Group, en el 2003, trajo consigo un contrato de $USD 500 millones con el ejército de EEUU que incluía, en adición a los servicios de información tecnológica, ser la mayor proveedora de interrogadores para la cárcel de Abu Ghraib en Irak. Esto luego se transformó en una gran pérdida cuando se revelaron las torturas en la cárcel. CACI sobrevivió una investigación hecha por los servicios generales de administración y les fue otorgado un nuevo contrato para los servicios de interrogación en Irak, pero en el 2005 CACI anunció que abandonaba el negocio de interrogación. Sin embargo en los últimos años CACI ha aumentado su participación en trabajo de inteligencia haciendo más adquisiciones en el área, incluyendo compañías como Information Systems Support, Athena Innovative Solutions y Dragon Development Corp. En el 2006 CACI fue una de las siete contratistas elegidas por las fuerzas armadas norteamericana para entregar servicios de tecnología e ingeniería los cuales valían más de $19 billones de dólares dentro de un período de diez años. CACI también ha expandido sus tratos con el Pentágono, a través de adquisiciones para contratistas del Departamento de Defensa como el Grupo Internacional Wexford. En el 2007 Jack London terminó sus 23 años como gerente de CACI pero continuó con el titulo de “Presidente Ejecutivo”.

Responsabilidades de mala conducta

Hasta mayo del 2004 CACI era poco conocida fuera del círculo de Washington, hasta que un artículo explosivo en el diario “ The New Yorker”, escrito por Seymour Hersh, reveló que en la cárcel operada por soldados de EEUU en Abu Ghraib a las afueras de Bagdad, prisoneros estaban siendo torturados y que se encontraban involucrados interrogadores contratados por CACI y traductores contratados por otra compañía llamada Titan Corp. Dos trabajadores de CACI fueron citados por nombre en un informe secreto de la armada norteamericana.

Mientras la controversia crecía, CACI supo que sus empleados habían sido cuestionados durante una investigación de la armada, la cual fue conducida por Maj. Gen. Antonio Taguba, pero la compañía dijo que no sabia nada más sobre el tema y que el individuo en cuestión, identificado como Steven Stefanowicz, todavia seguia trabajando. De hecho el gerente de CACI Jack London le dijo a “The Washington Post” que Stefanowicz “estaba haciendo muy bien su trabajo”. (Stefanowicz, conocido como “Steve el grande”, se dijo que había usado perros de ataque para intimidar a los prisioneros).

CACI se encontró siendo investigada por los servicios generales de administración y posiblemente se enfrentaba a ser vetada de hacer negocios con el gobierno federal de EEUU. Con la ayuda de gente con mucho poder en Washington, CACI se liberó de esa amenaza. Para tomar una mayor precaución la compañía anunció que su propia investigación del tema no encontró ninguna evidencia tangible que sus empleados estaban involucrados en las torturas ocurridas en Abu Ghraib. Un informe hecho por el Pentágono, publicado en el 2004, concluyó que seis empleados civiles de CACI y Titan (ahora parte de Comunicaciones L-3) habían participado en los abusos o habían omitido el informarlo. Guiados por Maj. Gen Geroge Fay los generales que escribieron el informe recomendaron que los seis fueran procesados por el departamento de justicia, pero nunca fueron condenados por ningún cargo.

CACI y Titan fueron confrontados por un litigio privado. En el 2004 dos demandas fueron hechas en contra de las compañías bajo la alianza Tort Claims por fallar en supervisar y analizar correctamente a sus empleados. Un caso que incluía cargos por chantaje fue presentado por un grupo de abogados guiados por el Centro de Derechos Constitucionales (http://ccrjustice.org/) . Otros casos fueron presentados por abogados que trabajaban con el grupo de victimas de torturas en Irak.

Los casos han entrado lentamente a las cortes. A fines del 2007 un juez federal dejo que procedieran las demandas contra CACI, aunque las acciones contra Titan han sido negadas. El juez rechazó el argumento de CACI de que deberían ser inmunes de las demandas porque estaban operando para el bienestar del Pentágono. CACI apeló al veredicto y todavía esta tratando de que las demandas sean negadas.

En el 2008 una seria de nuevas demandas fueron hechas por personal civil en Irak contra CACI en distintos estados en cortes federales, con la ayuda del Centro de Derechos Constitucionales.

Antes de Abu Ghraib, el mayor escándalo en la historia de CACI ocurrió en 1987, cuando la compañía tuvo que pagar más de $USD600,000 para llegar a un acuerdo por cargos federales que decían que cobraron inapropiadamente los costos relacionados con su trabajo comercial en las cuentas del Pentágono.

Para más informacion:

http://www.crocodyl.org/wiki/caci_international_inc
http://www.caci.com/
http://en.wikipedia.org/wiki/CACI

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