Las instituciones financieras que invierten en productores de armas son también actores principales en el comercio de armas. No es sólo que las instituciones financieras se benefician directamente del comercio de armas, sino que también reducen los riesgos económicos para esas empresas. Por otra parte, dado que los bancos y fondos de pensiones "cuidan" el dinero de la población civil, estos pueden ser objeto de presión ciudadana.