Una ley de hidrocarburos que aboga por una re-estructuración radical de la industria de petróleos de Irak fue aprobada por el gabinete irakí el pasado mes de febrero. Fue escrito en secreto a lo largo de un periodo de ocho meses desde julio del 2006, en consulta con nueve compañías extrajeras de petróleos, los gobiernos de Estados Unidos y del Reino Unido y el FMI. En febrero el Parlamento irakí lo vio por primera vez, la sociedad civil irakí no ha estado involucrada en el proceso -- a pesar de haber hecho lobby para ser incluida.