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Las guerras cesarán cuando los hombres se nieguen a luchar –y las mujeres nieguen a aprobarlo–. Jesse WallaceHughan, fundador de la Liga de Resistentes a la Guerra

Puede parecer simple y obvio el que queramos que tanto hombres como mujeres se impliquen en nuestras luchas contra la guerra y la injusticia. Sin embargo, si queremos utilizar los talentos la energía y las ideas de la gente de una manera plena, tenemos que aplicar el enfoque de género a nuestra manera de organizarnos, al diseño de nuestras campañas y a la dinamización de nuestros entrenamientos para la acción.

¿Por qué? Porque el género, las definiciones de los roles del hombre y de la mujer en nuestras sociedades, de masculinidad y feminidad, nos influyen a todos. Y las tradiciones sociales que han construido la masculinidad como dominante, agresiva, y controladora y la feminidad como débil, sumisa y servicial, nos han afectado a cada uno de nosotros.

La conciencia de género nos ayuda a asegurarnos de que en nuestras acciones y campañas de noviolencia no perpetuemos las mismas injusticias que estamos intentando frenar.

En las campañas antimilitaristas la conciencia de género y el análisis basado en el género son herramientas valiosas para crear una estrategia efectiva. El género es un elemento en cada conflicto. Puede que no sea la causa del conflicto, pero las diferentes ideas sobre masculinidad y feminidad están en el corazón del por qué y el cómo la gente se pelea. Los sistemas militares están hechos para funcionar sobre ciertas ideas y suposiciones sobre los papeles del hombre y de la mujer. Si queremos crear estructuras de noviolencia y sistemas de resolución de conflictos tendremos que crear nuevas suposiciones y expectativas con respecto al género.